Por amor al Diego

Existe una fascinación única con la figura de Diego Armando Maradona. NO hay lugar donde no se hable del “Pelusa” como jugador o como director.

Amigo de Chávez, seguidor del Ché y admirador de Castro, ese es Diego Armando Maradona, una figura polémica, envuelta en decenas de escándalos.

Campeón indiscutible, Maradona jugó en cuatro copas mundiales, incluyendo la de 1986 donde actuó como capitán de la selección argentina llevándolos a la victoria.

Sin embargo, fue retirado por pruebas de dopaje, fue figura de una serie de escándalos de droga, mantuvo una lucha por sobre peso y creó debates por sus comentarios de índole política.

Pero, ¿a qué se debe esta fascinación con el Diego? Según el argentino Luciano Castelucci, existe un compromiso moral con el hombre que llevó a Argentina a la copa.

“Cuando un tipo te da un mundial, uno va a estar en deuda para siempre con el. Es un amor incondicional”, señala Castelluci.

Castelluci como muchos fanáticos, admira al “Pelusa” por su labor en el futbol, por su dedicación y por su perseverancia en este deporte.

Maradona fue suspendido por espacio de 15 meses en 1991 después de dar positivo en una prueba de dopaje en Italia. En 1994, durante la copa en Estados Unidos, fue también suspendido por el mismo motivo.

“Olvídate de lo que hizo. Se le subió la fama. Pero tenemos que recordar lo que nos dio a los argentinos. Hablemos de los goles, hablemos de los campeonatos y de las veces que se habló bien de Argentina, todo por Maradona”, dice, con cierto recelo, Eduardo Lombardi en medio de un almuerzo previo a un encuentro de futbol.

Pese a los escándalos que lo acompañan, muchos, fuera de Argentina lo admiran, lo idolatran y lo siguen a donde vaya.

“Es hermoso, es una figura, es un dios”, dice Amalia Ortiz, una peruana quien carga una foto de El Diego en su cartera y que la muestra con orgullo.

Ortiz dice haber conocido a Maradona en un aeropuerto argentino y le pidió retratarse con el y este aceptó de inmediato.

“La gente dice que es arrogante, que es vulgar, pero para mi es todo lo contrario. Es adorable, trata a la gente como la gente lo merece. Le pides una foto y te abraza”, apunta Ortiz, mientras me muestra su “famosa” foto con “El 10”.

Pero no todos comparten la opinión de Ortiz. El chileno Felipe Clark cree que los argentinos “están como medio locos en ese sentido”.

“La gente se vuelve loca, pero bien loca. Claramente fue un muy buen jugador y por eso creo que lo han idolatrado tanto, a lo mejor como director técnico no es lo mismo”, dice Clark a voanoticias.com.

Su retiró del futbol como jugador se da en 1997, el mismo día de su cumpleaños número 37 hizo el anuncio.

Maradona comenzó a vivir una mala relación con los medios. Sus palabras aparecían en cada diario, era asediado por las cámaras y comenzó una adicción con las drogas y el alcohol.

“Lo perdimos. Argentina perdió a Maradona. Cuando dejó de jugar lo abandonamos. Así es el ser humano. Cuando cayó en las drogas, nadie le tendió una mano”, explica Giovanni Sánchez, mientras aspira una bocanada de humo.

Su relación con Hugo Chávez y Fidel Castro, así como su pública admiración por el Ché le ha valido una serie de titulares o comentarios por parte de la prensa. Sin embargo, algunos como el venezolano Lorenzo Betancourt consideran que nada tiene que ver con su conocimiento deportivo.

“A mi me parece que es un bárbaro. Como persona muy mala, pero como director es muy bueno. Que sea amigo de Chávez o no, el no sigue los consejo de Chávez o de Fidel en la cancha”, apunta Betancourt.

En noviembre de 2008, después de lograr bajar de peso y abandonar las drogas, el “Pelusa” se convierte en el entrenador de la selección argentina.

Este hombre que hoy dirige a la selección argentina sigue siendo para muchos como un “dios” y sigue llenando las expectativas de muchos.

“Es mágico verlo en la cancha. Es mágico lo que hace. Para cualquier argentino es un lujo ver a Maradona”, dice Nicolás Rodríguez.

Hoy se le ve vestido de traje y corbata. Según Maradona, es por pedido de su hija. Pero detrás de esa figura se esconde un ser humano, lleno de características como la humildad y el cariño por sus jugadores.

Antes de cada partido se ve a un Maradona abrazando a sus jugadores, dándoles un beso al mejor estilo argentino y llevando a la cancha el espíritu que lo acompañó en los mundiales.