Para muchos puede resultar sorprendente que, en un país marcado por una profunda crisis económica, permanentes fallas en los servicios básicos y una negativa percepción de la gestión gubernamental, todo apunte a que el chavismo se hará con la mayoría de las gobernaciones y alcaldía que se disputan en las elecciones del domingo.
Expertos coinciden en que el “control” del árbitro electoral, la hegemonía comunicacional y la división opositora son unos de los factores, pero también la organización del partido de gobierno, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
“El chavismo tiene una base electoral de entre 4 y 4,5 millones de personas que o creen en Chávez y no creen en Maduro, creen en Chávez y creen en Maduro o simplemente van a votar por miedo a que le retiren los beneficios”, afirma Enderson Sequera, politólogo y director estratégico de la consultora Politiks.
De acuerdo a Sequera, “ya sea por fanatismo, por creencia o coerción, el chavismo tiene una base electoral, está organizado y va a llevar a esa gente a votar el domingo”.
También lea Elecciones Venezuela: CNE dice que el oficialismo ganó 20 gobernaciones, la oposición tres“¿Qué tenemos del lado de la oposición? División y desorganización, tenemos una oposición más pendiente de pelearse entre ellos que de hacerle una oposición efectiva al chavismo y eso se va a notar el domingo”, agrega.
Además, subraya que, en general, las elecciones se ganan cuando un candidato o partido difunde mejor su mensaje que otro, pero en el caso de Venezuela, “eso es imposible”.
“A la oposición le quedan algunas emisoras de radio con mucha censura y lo que estamos haciendo aquí, redes sociales y medios electrónicos. De esa manera es muy complicado que los pocos candidatos opositores que están organizados, que tienen un mensaje, que tienen un proyecto, candidaturas unificadas y ganas de hacerle frente al chavismo, hagan llegar su mensaje a la gran mayoría de la población porque simplemente no tienen medios para hacerlo”, explica.
A diferencia de otros sectores de la oposición, para el ex candidato presidencial, Henrique Capriles, las elecciones del domingo no legitiman al presidente Nicolás Maduro e independientemente del resultado, lo ve como “un proceso de reorganización de las fuerzas democráticas”.
“El voto es una manera de castigar y rechazar el desastre en el que han sumido a Venezuela”, dijo en conferencia de prensa el viernes tras reiterar que entiende que no es suficiente con votar.
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La Voz de América conversó con seguidoras del chavismo como María Mercedes Lecuna, una mujer de 83 años que, desde que votó por el fallecido ex presidente Hugo Chávez en 1998, no ha dejado de creer en la ideología.
Consultada sobre qué espera de las elecciones del domingo, responde que “la continuidad en nuestro socialismo”, lo único que, a su juicio, los “sacará del abismo”.
“Voté en el plesbicito contra Pérez Jiménez, he estado en el exterior y he venido a Venezuela a votar. Ahorita me cambiaron de sitio pero desde aquí me llevan”, manifiesta con una sonrisa que ni el tapabocas que lleva logra esconder.
María Mercedes asegura tener “certeza, fe y esperanza” en que, el año próximo, mejorará la situación economica y financiera. Para ella, “el bloqueo tan grande” al que, asegura, el país ha estado sometido, es una de las causas de la situación actual.
“Pienso que Nicolás lo ha hecho con un amor muy grande y por algo el elegido fue él, por algo salió. Yo confio en él, yo desconozco los que están a su alrededor, es la confianza que tengo en él la que me dice este es el camino”, expone desde la zona popular de Las Minas de Baruta en Caracas.
Nelly Dayepez también ha votado por el chavismo durante los últimos 23 años porque “en el socialismo se vive mejor y hemos conseguido algunas cosas que antes no habíamos conseguido, hambre no estamos pasando”.
“La medicinas también, poco a poco porque como tienen el problema ese de que tienen el bloqueo yo entiendo que todo está acaparado por la pandemia también. Si no fuese por eso yo creo que nos iría mucho mejor”, argumenta.
Las denominadas cajas CLAP (alimentos a precios subsidiados), han sido de mucha ayuda para Nelly, aunque admite que “casi no vienen los huevos, la leche, la proteína”, sabe que a otras comunidades sí llega.
“Yo creo que es alguna persona que está agarrándosela. Algunas medicinas también me las han conseguido en el seguro. En los hospitales hay cosas que a veces… los aparatos están malos pero lo demás… hay algunos hospitales que los han arreglado, el que está en Chuao me encanta”, comenta.
¿Qué espera de los candidatos electos?, le consulta VOA. “Que lo están prometiendo lo cumplan, no puro bla, bla,bla”, responde Nelly que si pudiera hablar con algún funcionario le pediría que no se olvide de los sitios más necesitados.
Hay quienes en algún momento fueron tan fieles al chavismo como María Mercedes o Nelly, pero se muestran decepcionados por la situación que viven y, sin embargo, votarán por candidatos del chavismo.
Es el caso de una mujer de edad media que baja por una calle del barrio de Las Minas de Baruta con una pequeña niña en la mano y pide no ser fotografiada, “no sea que me quiten el bonito”, alerta.
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