Continúa la carrera contra reloj de los equipos de socorro para rescatar a las personas aún atrapadas bajo los escombros en Marruecos, con el saldo de las víctimas del terremoto que ha llegado a casi 3000, mientras más de 5500 son los heridos. Las esperanzas de encontrar sobrevivientes es cada día más baja.
Las zonas impactadas son muy remotas, difíciles de alcanzar, pero hasta ahora Marruecos ha aceptado la ayuda internacional sólo de cuatro países: España, Gran Bretaña, Qatar y los Emiratos Árabes, diciendo no a todos los demás, incluso Estados Unidos.
Asi dijo Matthew Miller, el Vocero del Departamento de Estado, este martes:
“USAID ha estado conversando con ellos sobre qué asistencia podemos brindarles. Todavía tenemos que recibir una solicitud oficial, pero estamos listos para brindar toda la asistencia que podamos cuando recibamos esa solicitud”.
El rechazo generó polémicas y hay razones también políticas con algunos países, en particular Francia, que colonizó a ese país.
El periodista marroquí Amine El Amri atribuye la decisión a un deseo muy pragmático de evitar caos en los rescates y en la asistencia, como ocurrió en sismos anteriores.
“Hay que estudiar bien la situación, logísticamente también, porque no se puede ir con 30 helicópteros si no hay ni un lugar para poder aterrizar.”
Entre tanto, expertos explican que este terremoto fue tan mortal porque golpeó una zona de Marruecos no acostumbrada a estos fenómenos. Y con habitaciones completamente improvisadas.
Luis Giménez Jirón, ingeniero estructural, explica:
“La mayoría de ellos son edificios de ladrillo. Incluso puedes ver edificios de varios pisos hechos de ladrillos. Si ese edificio no se refuerza correctamente, es un edificio muy frágil que no resistirá un terremoto”.
Según expertos, este terremoto fue tan masivo que era imposible estar preparados.
Al mismo tiempo, las ayudas serán necesarias más adelante, cuando se empezará la reconstrucción de las zonas afectadas, dicen las autoridades.