¿Por qué más de un millón de personas no podían votar en Florida?

En Hadley Park, Miami, se promociona la campaña "Si a la 4", para promover la votación sobre la cuarta enmienda.

En las elecciones legislativas del 6 de noviembre, Florida devolvió el derecho al voto a un millón y medio de personas que tenían condenas por delitos graves.

Los floridanos aprobaron la cuarta enmienda, la cual restaura el derecho al voto de las personas que hayan sido condenadas por crímenes graves (felonies) “después de que hayan cumplidos todos los términos de su sentencia, incluida la libertad condicional o el periodo de prueba”. Sin embargo, la medida excluye a quienes hayan sido condenados por asesinato o delitos sexuales.

Florida es uno de los estados que tiene leyes más restrictivas respecto al voto de los exconvictos: la constitución niega este derecho a todas las personas que hayan sido condenadas por delitos graves, a menos que el gobernador les otorgue un perdón -conocido como clemencia-.

Además de esto, desde hace siete años, debido a una ley introducida por el entonces gobernador Rick Scott – quien fue reelegido en las elecciones del 6 de noviembre- el estado requería a los exconvictos esperar al menos cinco años después de haber completado sus sentencias para solicitar la ‘clemencia’.

La decisión de Florida es tan importante que es la mayor concesión de derecho al voto desde que se aprobó el sufragio femenino en Estados Unidos en 1920.

¿Cuáles son las leyes que impiden votar a los ex convictos?

La enmienda 14 de la Constitución estadounidense da a los estados la autoridad de denegar el derecho al voto a cualquiera que tenga una condena criminal. De igual manera, depende de los estados determinar cuál es el proceso de restauración del voto si deciden tener uno.

En solo dos estados, Maine y Vermont, las personas que tienen una condena criminal retienen el derecho al voto incluso estando en la cárcel.

En el resto de estados existen leyes que restringen en diferentes grados el acceso al voto para los exconvictos. En 35 estados se prohíbe que las personas que salen en libertad anticipada y/o condicional puedan votar. Tres estados, Iowa, Kentucky y Virginia niegan el derecho al voto a todos los convictos, incluso después de haber completado sus sentencias. Y ocho privan del derecho al voto a y/o permiten solicitar la restauración del derecho a ciertos tipos de exconvictos después de un periodo de espera.

¿Cuántas personas están privadas del derecho al voto en EE.UU.?

Se estima que 5.85 millones de estadounidenses han perdido el derecho al voto de manera temporal o permanente. Las leyes de privación de voto afectan desproporcionadamente a la población afroestadounidense. El 7,7% de las personas negras en EE.UU. no pueden votar, en comparación con un 1,81% del resto de población, según la ONG The Sentencing Project.

Florida, junto con Kentucky y Virgina, es uno de los estados con el mayor porcentaje de afroestadounidenses sin derecho al voto. Un 23% de las personas negras en el estado sureño no pueden acudir a las urnas.

El problema de la privación del voto y cómo afecta de manera desigual a los afroamericanos tiene sus raíces en la disparidad del sistema carcelario. Los afroamericanos representan un 34% de todos los prisioneros de EE.UU., a pesar de ser solo el 12,7% de la población, según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).

¿Existen leyes similares en otros países del mundo?

Estados Unidos tiene una de las leyes de privación de voto más estrictas del mundo. De acuerdo con Humans Right Watch, es la única democracia que prohíbe votar a las personas que hayan cumplido con su sentencia criminal.

Algunos países como Finlandia o Nueva Zelanda, por ejemplo, prohíben el voto durante varios años después de haber cumplido la sentencia, pero solo para las personas que han cometido delitos de corrupción o relacionados con la venta o compra de votos.

Un estudio de las leyes de privación del voto en 45 países encontró que solo cuatro países, Estados Unidos, Chile, Bélgica y Armenia restringen la votación de las personas después de haber salido de la cárcel. En Bélgica, por ejemplo, esta prohibición solo se aplica a las personas que han estado en la cárcel por más de siete años.

Es más común, no obstante, que los países prohíban a los criminales votar mientras están cumpliendo su sentencia. En Europa, por ejemplo, hubo una disputa legal entre la corte europea de Justicia y el Reino Unido que falló a favor de que el país pudiera prohibir que los prisioneros condenados por delitos graves votaran. Sin embargo, en otros países como la República Checa, Dinamarca, Francia, los Países Bajos, Noruega, Polonia, Suecia y Alemania, se permite que los presos voten desde la cárcel.