La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus ha hecho cambiar muchas rutinas de la sociedad. Ya no se puede entrar en la mayoría de los supermercados de Estados Unidos sin un tapabocas ni tampoco se puede salir a la calle sin mantener un mínimo de distancia de seguridad del resto.
Forma parte de la “nueva normalidad”, el concepto impuesto por los expertos de salud para que la población de hoy en día se adapte a los nuevos estándares de socialización.
No hay duda de que la COVID-19 ha impactado muchos sectores de la economía. Los analistas aseguran que aunque habrá industrias, como la alimenticia, las nuevas tecnologías o la automovilística, que se recuperarán a corto plazo, también habrá otras que tardarán mucho más. Especialmente las compañías que se dedican al sector servicio, de ocio o al turismo, explicó Ricardo Mola, experto en macroeconomía.
Johanna Diloné, que dirige tres empresas relacionadas con la organización de eventos, ha visto parar en seco su actividad comercial con la llegada del coronavirus.
Así que se puso a pensar en las opciones que tenía para hacer frente a esta situación y buscar una alternativa viable para “permitir alguna entrada de dinero”.
“Me puse a pensar, a ver qué ideas podíamos hacer dentro de lo que la gente estaba celebrando, y me di cuenta de que había una tendencia en la celebración de desfiles”, comentó Diloné en entrevista con la Voz de América.
Muchas personas, ante la petición del gobierno de evitar reuniones multitudinarias, han estado celebrando cumpleaños y graduaciones con un desfile de autos delante del hogar del homenajeado, algo que ha tenido muy buena aceptación entre el público.
Ese pretexto le sirvió para crear el proyecto bautizado como “Party Float” (Carroza de fiesta), la nueva compañía de esta cubana radicada en el sur de la Florida.
Su proyecto consiste en llevar una carroza a las casas para que familiares y vecinos puedan disfrutar de una fiesta, desde sus autos o desde sus domicilios, manteniendo siempre la distancia social.
“Nos podemos quedar frente a la casa, y todos los carros que están ahí también pueden ser parte del desfile”, explica Diloné al tiempo que señala que este tipo de servicios ya lo han llevado a cabo en algunos hospitales de Miami.
En ese sentido, la psicóloga Vivian González contó a la VOA que durante esta cuarentena es indispensable que la gente mantenga rutinas y actividades variadas para evitar caer en depresiones o frustraciones frente a la grave situación que está viviendo el mundo.
“Mi recomendación es que la gente intente hacer vida normal, como lo habían hecho hasta ahora, pero dentro de casa. Si hay alguna celebración, hay que llevarla a cabo, sin pensar mucho en lo que estamos viviendo hoy en día. Es la mejor medicina para ello”, subrayó.
Y eso es lo que ha intentado hacer esta empresaria con su nueva compañía. “Hemos presentado una propuesta de tener una fiesta movible, que se pueda llevar a las casas y que entretenga a los invitados”, añadió la joven emprendedora, que para su presentación ha ideado un espectáculo inspirado en los superhéroes de esta pandemia.
Hace menos de dos semanas que Diloné puso en marcha este negocio y asegura que ha tenido decenas de llamadas de personas interesadas en sus servicios.
“Nosotros lo anunciamos a través de las redes y ha explotado en todo el mundo porque, incluso, gente de otros países nos están felicitando por lo que estamos haciendo, y es un auge que todos necesitamos”, indicó.
La creadora de “Party Float” dijo que ya ha cerrado algunos contratos para celebraciones de cumpleaños, graduaciones y fiestas de embarazo (“baby showers”).
“Lo que me gusta de esto es que no es una idea para la pandemia, sino que es una idea que se puede extender después de la pandemia”, subrayó mientras admitía que la crisis sanitaria ha hecho que la gente “celebre mucho más la vida y los momentos especiales”.
Y parece que después de esta complicada etapa, la fiesta tradicional quedará relegada en un segundo plano. Al menos, por ahora y hasta que no se encuentre una vacuna que haga frente al mortal virus.
Por eso, Diloné está convencida de que este tipo de fiestas, al igual que los guantes y las mascarillas, ha llegado para quedarse.
Será cuestión de tiempo para ver si finalmente estas nuevas prácticas acabarán formando parte de la nueva rutina social. Es decir, lo que muchos ya denominan como la “nueva normalidad”.
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