Las primeras demandas relacionadas al caos que se desencadenó el fin de semana pasado cuando aficionados sin boletos forzaron su entrada a la final de la Copa América en el Estadio Hard Rock fueron presentadas este viernes y una persona citó serias lesiones y otras personas con boleto aseguraron que les negaron la entrada.
El Condado de Miami-Dade y los registros de la corte federal dejan en claro que hasta el viernes en la mañana, al menos se presentaron cuatro demandas contra el estadio y la CONMEBOL, el organismo rector del fútbol sudamericano, debido al caos que se desató antes del encuentro del domingo entre Argentina y Colombia.
El abogado Judd Rosen, quien representa a la mujer lesionada, indicó que el estadio y los oficiales de la CONMEBOL debieron contratar más policías y guardias de seguridad, pero que pusieron los ingresos por encima de la seguridad.
“Esto fue un robo de dinero”, aseguró Rosen. “Todo el dinero que debieron gastar en un plan apropiado de seguridad y un equipo adecuado de seguridad se lo llevaron a sus bolsillos”.
También lea “No pasé por ningún filtro de seguridad”: asistentes hablan del caos vivido en la final de la Copa AméricaOficiales del estadio declinaron comentar el viernes más allá de que regresarán el dinero de los boletos que no se utilizaron y que fueron comprados directamente con los organizadores. Anteriormente dijeron que contrataron el doble de seguridad para la final del domingo en comparación con los encuentros de los Dolphins de Miami y que incluso excedieron la recomendación de la CONMEBOL. El estadio recibirá varios encuentros de la Copa Mundial 2026.
La CONMEBOL, que tiene su sede en Paraguay, no comentó específicamente sobre las demandas. En un comunicado anterior, los organizadores culparon del caos a los oficiales del estadio asegurando que no implementaron sus recomendaciones.
La clienta de Rosen, Isabel Quintero, fue una de las personas con boleto y que resultaron lesionadas cuando fueron derribadas o empujadas a la pared y pilares. La policía arrestó a 27 personas --incluyendo al presidente de la Federación de Fútbol de Colombia y su hijo debido a un altercado al final del encuentro con un guardia de seguridad— y expulsó a 55.
Rosen indicó que su cliente, quien trabaja en finanzas, voló con su padre desde Colombia para ver el juego como un regalo atrasado por el Día del Padre y que pagó 1.500 dólares por cada boleto.
Indicó que Quintero estaba en la fila cuando los guardias de seguridad dejaron de admitir personas para evitar que aficionados sin boleto entraran. La multitud siguió creciendo y el inicio del juego se acercaba cuando la gente comenzó a empujar de forma peligrosa contra la reja. Los elementos de seguridad abrieron las puertas “un poco para permitir el ingreso uno a uno”, indicó Rosen.
También lea Argentina lidera el ranking de la FIFA, pero escándalo por cántico racista empaña logroFue ahí que comenzaron a empujar para abrir completamente las puertas y que provocó una estampida, añadió Rosen. Quintero fue lanzada contra un pilar y que causó daño en el tejido blando de la rodilla y hombro, así como una lesión en el pecho que le dificulta respirar, indicó. Su padre fue derribado, pero no resultó lesionado.
“Nunca vio a la selección nacional de Colombia en persona por que creía que era demasiado peligroso en Colombia”, comentó Rosen. “Por eso le dio el viaje como regalo del Día del Padre para ver a al selección jugar y el resultado es este, algo que nunca pensaron pasaría en los Estados Unidos”.
Dijo que espera espera presentar más demandas después de que habló con una persona a la que le derribaron los dientes y otra que se fracturó el brazo.
El abogado Irwin Ast presentó demandas en la corte federal y del estado en nombre de los aficionados que tenían boleto, pero no pudieron ingresar debido a que cientos de aficionados sin boleto empujaron para ingresar al estadio que ya estaba lleno.
Indicó que los aficionados viajaron de todo Estados Unidos y el continente americano y gastaron miles de dólares en el boleto, vueltos y habitaciones de hotel. También tuvieron miedo y estrés cuando se vieron atrapados en la estampida y el caos, que pudo prevenirse si el estadio y la CONMEBOL hubieran implementado un mejor plan de seguridad, indicó.
“La gente trae a sus hijos —esta es una oportunidad única en la vida para mucha gente”, aseguró Ast. “Esta fue una situación de terror”.
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