El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pidió el miércoles a su homólogo estadounidense extender el estatus de protección temporal (TPS) para los más de 190 mil salvadoreños que viven en Estados Unidos.
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“Para nosotros es bien importante el estatus de 195 mil salvadoreños (…) y sus hijos que nacieron en Estados Unidos que serían afectados si termina el TPS”, dijo Bukele a la Voz de América antes de entrar al encuentro con Trump en Nueva York.
En la reunión, celebrada en el marco de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, también estuvieron presente el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El gobierno de Bukele y Estados Unidos firmaron el pasado viernes un acuerdo de cooperación bilateral, similar al que ya se llegó con Guatemala, el cual busca reducir la migración hacia EE.UU. El acuerdo permitiría que EE.UU. devuelva a los solicitantes de asilo que pasen por El Salvador en su travesía hacia el norte del continente.
De acuerdo con el Washington Post, la extensión del TPS estuvo incluida en las conversaciones previas al alcance del acuerdo. Al ser preguntado por la VOA si el alivio migratorio a los ciudadanos salvadoreños en EE.UU. es una condición para materializar el pacto, el presidente Bukele respondió que no tenía líneas rojas.
“No hay condición, venimos a hablar con nuestro aliado, con nuestro socio, con nuestro amigo”, dijo el presidente Bukele.
Según dijo Bukele a la VOA, lo pactado con el gobierno de Trump no tendrá consecuencias para los salvadoreños que pidan asilo en EE.UU.
“No tiene ninguna consecuencia hoy por hoy. De verdad, EE.UU. va a apoyar a El Salvador para que salga adelante”, dijo el presidente. “Sé que hay debates internos y la política interna de EE.UU. es algo en lo que El Salvador no debería meterse”.
Según datos de ACNUR, en El Salvador fue uno de los principales países de origen de los solicitantes de asilo en EE.UU. en el 2018, con 33,400 peticiones. La nación centroamericana es una de las más violentas del mundo, razón que muchos migrantes mencionan como la principal que tuvieron al salir de El Salvador.
“Hemos reducido los índices de violencia en un 60%, pero El Salvador sigue siendo un país inseguro”, dijo Bukele a la VOA, “para llegar a ser un país seguro creo que faltaría muchísimo”.
El presidente salvadoreño también adelantó que McAleenan viajará de nuevo a su país el 17 de octubre para hablar del fortalecimiento de la guardia costera, el combate al crimen costero y el narcotráfico, como parte del acuerdo, que también se enfoca en aumentar la seguridad en El Salvador.