Los representantes republicanos en el Congreso de Estados Unidos confrontan una creciente presión para aprobar una extensión de 60 días a los recortes de impuestos sobre los salarios, los que se vencen el próximo 31 de diciembre de 2011.
Si el Congreso no logra un acuerdo, el impuesto sobre los salarios subirá del 4,2% al 6,2% el último día del año.
El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, el representante Steny Hoyer, hizo este miércoles 21 de un llamado a los congresistas republicanos al afirmar que "esto no es un juego. Estamos preparados a volver a comenzar con este proyecto de ley, aprobarlo y luego enviárselo al Presidente inmediatamente para extender el recorte lo antes posible".
El representante Hoyer insistió en señalar que "no es un juego. Ninguno de los 160 millones de personas que van a perder sus beneficios de impuestos piensan que esto es un juego".
Por su parte, el jefe de la mayoría de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, declaró que ya nombró a las ocho personas que lo acompañarán en las negociaciones.
Boehner explicó que "esperamos que los Demócratas del Senado nombren negociadores que estén dispuestos a sentarse en la mesa y resolver las diferencias. Creo que es importante notar que el presidente y los líderes de ambos partidos en la Cámara Baja y el Senado ya han pedido lo mismo durante los últimos meses".
Los demócratas del Senado, sin embargo, se han rehusado a reabrir las negociaciones, usando la presión que les da la ventaja política conseguida frente a los republicanos, después de que algunos representantes de la oposición pidieran a sus colegas en el Congreso que aprueben la extensión.
Senadores republicanos como Scott Brown y Charles Grassley han instado a los representantes a votar a favor de la extensión.
Impacto
Millones de estadounidenses podrían ver un aumento en sus impuestos mientras que otros podrían perder sus beneficios de desempleo debido al estancamiento político en Washington.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos desestimó el proyecto de ley que temporalmente extendería recortes impositivos a los salarios, y decidió convocar a una nueva ronda de negociaciones para discutir una extensión tributaria de un año.
El presidente de la Cámara, John Boehner, declaró a la prensa que los legisladores republicanos habían cumplido su labor y culpó a los senadores de la situación.
Sin embargo, el que los republicanos de la cámara baja no hayan aprobado el proyecto del Senado, provocó una respuesta airada del presidente Barack Obama.