La Casa Blanca está animando a los miembros de la Cámara de Representantes para que aprueben una medida temporal que evite el cierre parcial del gobierno si no se aprueba un presupuesto definitivo.
El Congreso tiene como fecha límite el viernes para aprobar esa ley de gastos que proveería de fondos al gobierno hasta el 22 de diciembre. De fracasar, partes del gobierno federal se verían forzadas a cerrar hasta que se apruebe un presupuesto.
La Casa Blanca emitió el miércoles una declaración diciendo que el presidente Donald Trump firmaría la ley que considera el Congreso si pueden aprobarla.
El actual presupuesto para la mayoría del gobierno federal expira el sábado.
De aprobarse, la medida temporal extendería los fondos a los niveles actuales sin que tenga que haber cambios a las políticas de inmigración o al presupuesto de defensa, dos de los puntos en discusión. También otorgaría fondos a los Programas de Seguros de Salud para Niños hasta diciembre.
El miércoles a tempranas horas el presidente advirtió que un cierre gubernamental “podía pasar” y culpó a los demócratas de arriesgarlo con sus demandas sobre inmigración.
“Quieren que los inmigrantes ilegales vengan a montones a nuestro país, trayendo consigo crimen, tremenda cantidad de crimen”, dijo Trump.
“No queremos tener esto. Queremos tener un país grande, bello y sin crímenes. Y queremos que venga gente a nuestro país, pero queremos que vengan con nuestras condiciones”
Se espera que el presidente se reúna este jueves con los líderes republicanos y demócratas del Senado y la Cámara de Representantes —Mitch McConnell, Charles Schumer, Paul Ryan y Nancy Pelosi.
La semana pasada, un inesperado ataque de Trump en Twitter contra Pelosi y Schumer hizo que los dos líderes demócratas se abstuvieran de asistir a una reunión convocada por el presidente para discutir el presupuesto.
Esta vez, la Casa Blanca intento calmar los ánimos con un mensaje más conciliador en el que aplaudió a Pelosi y Schumer por "poner su responsabilidad con el pueblo estadounidense por encima del partidismo" y anticipando una conversación productiva en las que "los líderes hagan a un lado sus diferencias'.