La Quicken Loans Arena, el mismo estadio donde juega LeBron James y sus Cleveland Cavaliers, será el escenario esta noche del esperado debate entre los 10 principales aspirantes republicanos que buscan ser nominados a la presidencia de Estados Unidos.
LeBron no estará para maravillarnos y entretenernos, pero todos los ojos estarán sobre Donald Trump, el líder en las encuestas, el más controversial, el más bullicioso y hasta ahora, el más interesante de los aspirantes.
En virtud de su posicionamiento en las encuestas –con el doble de las preferencias que su más cercano rival, Jeb Bush—el multimillonario estará en el centro del escenario. Bush y el gobernador Scott Walker, segundo y tercero respectivamente, estarán físicamente a su lado para decirse lo que quieran a la cara.
El resto del grupo será distribuido a partir de ellos tres, mientras que los siete candidatos restantes, los que quedaron fuera del debate principal, participarán en otro debate secundario a las 5:00 de la tarde.
Se espera que millones de potenciales votantes sintonicen el Fox News Channel desde las 9:00 de la noche, hora del este de Estados Unidos.
Trump dice estar tranquilo aunque todos los reflectores –y sus rivales—le apunten.
“Tengo que percibirlo, ver de dónde viene todo el mundo”, dijo sobre su estrategia para el debate de esta noche. “Preferiría que no hubiera conflicto, sin pleitos, pero si me tiran, les voy a tirar más fuerte. Va a depender del momento”, advirtió.
El debate de Cleveland es el primero de nueve debates televisados que se realizarán una vez al mes hasta el 29 de febrero del próximo año. Será moderado por el reconocido periodista Chris Wallace.
Los debates restantes se realizarán cronológicamente en California, Colorado, Wisconsin, Nevada, Iowa, New Hampshire, Carolina del Sur, y Florida.