Un centenar de personas que se indentificaron como víctimas de abuso sexual infantil protestaron en las proximidades de ciudad del Vaticano, exigiendo que la iglesia católica tome medidas para castigar a los sacerdotes culpables.
La policía impidió que los manifestantes ingresaran a la Plaza de San Pedro, indicando que no tenían permiso del Vaticano para protestar en el interior de la plaza.
Los manifestantes portaban carteles que decían “No toquen a los niños”, “Vergüenza” y “Justicia”.
Margaret Kennedy, quien llegó desde Irlanda dijo que “mi hermana gemela fue abusada, yo fui abusada” y criticó que “la religión y el abuso están juntos de una forma espantosa”.
Por su parte, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, intentó hablar a los manifestantes, pero se retiró cuando fue recibido con gritos de “vergüenza, vergüenza”.
Finalmente, la policía permitió que dos de los organizadores de la manifestación ingresaran a la Plaza de San Pedro para dejar mensajes para el papa Benedicto XVI.
Los manifestantes provenían de numerosos países para demostrar su frustración por lo que consideran como el fracaso de la Iglesia para castigar a los sacerdotes que abusaron sexualmente de niños.
Benedicto se ha disculpado en varias ocasiones por lo que llama la vergüenza de la Iglesia.
El Vaticano ha implementado nuevas medidas para erradicar a los sacerdotes abusivos.