Cientos de manifestantes irrumpieron en la fortificada Zona Verde de Bagdad y en la sede del Parlamento, exigiendo un gobierno tecnócrata.
Los fieles chiíes, seguidores del líder Muqtada al Sadr, arengaban el rechazo al nuevo Gobierno propuesto por el primer ministro, Haidar al Abadi.
Los manifestantes irrumpieron en esa área protegida de la capital iraquí, después de que el Parlamento aplazara una vez más la votación de gran parte del nuevo Gobierno, lo que hace más profunda la crisis política que vive el país.
Las personas siguieron la llamada de Al Sadr, quien en un discurso televisado, instó a sus fieles a rechazar el gabinete de Al Abadi por no considerarlo tecnócrata.
Miles de chiíes se concentraron a las afueras de la Zona Verde, de los que cientos lograron irrumpir en su interior.
En su discurso, Al Sadr acusó a los principales partidos políticos del país de unirse de nuevo "para proseguir sus saqueos y robos, y designar a sus ministros y candidatos" en la propuesta de nuevo Gobierno, en lugar de formar un Ejecutivo tecnócrata.