Miles podrían volver a las calles de St. Louis, Missouri, para recordar a Michael Brown, quien murió el pasado agosto en manos de la policía de la ciudad, y ante la ira por un nuevo asesinato, esta semana, considerado por ellos como “racial”.
Distintas organizaciones de derechos civiles y grupos en defensa de los afrodescendientes en EE.UU., como los autodenominados Hands Up United (Manos arriba unidas), planean masivas protestas en la ciudad de Ferguson, en donde Brown fue asesinado.
La mayoría de protestas realizadas en Ferguson, desde la muerte de Brown, han terminado en violentos enfrentamientos con la policía, y destrucción de la propiedad privada.
“Nunca promovemos la violencia, pero los ciudadanos de St. Louis están muy enojados, y saldrán a las calles este fin de semana. No sé qué realmente pueda pasar” dijo Tory Russell, un líder de Hands Up United.
Al menos 6.000 personas se han registrado en un sitio web de organización para confirmar su asistencia a los “programas de desobediencia civil” planeados para el fin de semana.
El alcalde de Ferguson, James Knowles, dijo que la policía de la ciudad se está preparando para los posibles enfrentamientos.
“Parece que muchas personas planean llegar a la ciudad. Vamos a estar preparados. Tenemos inteligencia que sugiere que hay personas que intentarán crear el caos”, dijo Knowles.
En el incidente del pasado miércoles, nuevamente un policía blanco de St. Louis disparó fatalmente a un adolescente negro que según la policía tenía un arma y disparó contra el oficial.
La familia de Vonderrit Myers Jr. niega que el joven de 18 años tuviera un arma.