Recibir información confiable y certera durante una pandemia puede resultar una cuestión de vida o muerte. El cúmulo y circulación de información sobre el COVID-19 es un común denominador, pero lo es aún más la proliferación de información falsa o sin fundamento, en torno al virus, las medias de contingencias y las acciones gubernamentales.
Debido al problema, la Unesco presentó una guía sobre los riesgos en línea identificados como infodemia y desinfodemia, con el fin de mitigar la viralización de contenidos falsos.
A continuación explicamos en qué consiste el riesgo de la circulación de información falsa sobre la pandemia y cómo neutralizarla y no caer en ella.
¿Qué es la infodemia y desinfodemia?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha descrito la infodemia como “una sobreabundancia de información, en línea o en otros formatos”.
Por su parte, la Unesco dice que una desinfodemia es la información falsa o incorrecta que circula en Internet con el propósito deliberado de engañar.
“La nueva desinformación sobre COVID-19 crea confusión sobre la ciencia médica, con un impacto inmediato sobre cada persona del planeta, y sobre sociedades enteras. Es más tóxica y más letal que la desinformación sobre otras temáticas. Por eso, en este resumen político, se acuña el término desinfodemia”, señala la Unesco, en su informe llamado Desinfodemia: Descifrando la desinformación sobre el COVID-19.
También lea La autorregulación no es suficiente para combatir la desinformación en las redes, según expertos
¿Cuáles son los formatos más comunes?
La Unesco señala que los cuatro principales formatos de la desinformación con los que hay que tener especial cuidado son:
1. Narraciones y memes emotivos que resultan ser falsos y que manejan un lenguaje emocionalmente fuerte. Incluso, pueden tener información incompleta y opiniones personales con algunos elementos verídicos.
2. Sitios web e identidades que han sido suplantadas y que generalmente son de gobiernos, empresas o personas influyentes.
3. Imágenes y vídeos falsos, alterados, inventados o descontextualizados, que suelen ser confusos y generar falsas impresiones.
4. Infiltración y campañas de desinformación planificadas. Estos formatos incluyen también acciones de hackeo.
¿Cuáles son las temáticas más propensas?
Según la Unesco, los orígenes y propagación del coronavirus y de la enfermedad COVID-19, la ciencia médica, estadísticas, impactos económicos, desacreditación de periodistas y medios de comunicación creíbles, politización, impactos sobe la sociedad y el medio ambiente, contenido promovido por actores que buscan ganancias económicas fraudulentas y desinformación enfocada en celebridades son las principales temáticas de la desinfodemia.
¿Cómo neutralizar la desinformación?
La Unesco propone "investigar, monitorear y verificar para identificar la desinformación". Así mismos, que los responsables políticos incidan en la producción y distribución de desinformación, a través de sanciones, incentivos e iniciativas públicas.
Otra propuesta para neutralizar la desinformación, dice la organización de la ONU, es la "activación de mecanismos de respuesta relacionados con la edición y gestión de contenidos, monitoreo y moderación de mensajes por parte de medios y empresas de redes sociales y mensajería instantánea".
Y, finalmente, apoyar "a los públicos que son blanco de la desinformación", lo cual implica proveer recomendaciones, resoluciones e iniciativas de alfabetización mediática e informacional para promover una ciudadanía crítica y proactiva en la gestión de la información.
¿Cómo evitar caer en la desinfodemia?
El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en Colombia, señala que cualquier pueda caer en el riesgo de crear y compartir información falsa. Por eso, recomienda consultar fuentes confiables, revisar las fechas de publicación de los contenidos, abstenerse de compartirlo si no tiene claro de dónde proviene, y monitorear y establecer el tiempo que se dedicará para hacer consultas en línea.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.