Esta versión del coronavirus, que los científicos denominan BA.2, se considera más furtiva que la ómicron original porque sus rasgos genéticos la hacen un poco más difícil de detectar. Algunos científicos temen que también pueda ser más contagiosa y afirman que hay muchas cosas que aún se desconocen; por ejemplo, si evade mejor las vacunas o si causa una enfermedad más grave.
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¿Dónde se ha propagado?
Desde mediados de noviembre, más de 30 países subieron casi 15.000 secuencias genéticas de BA.2 a la plataforma mundial GISAID, la cual permite compartir datos sobre el coronavirus. Hasta el martes por la mañana, 96 de esos casos secuenciados procedían de Estados Unidos.
“Hasta el momento, no hemos visto que empiece a ganar terreno” en Estados Unidos, dijo el doctor Wesley Long, patólogo del hospital Houston Methodist de Texas, que ha identificado tres casos de BA.2.
La mutación parece mucho más común en Asia y Europa. En Dinamarca, representaba el 45% de todos los casos de COVID-19 a mediados de enero, frente al 20% de las dos semanas anteriores, según el Statens Serum Institut, que depende del Ministerio de Salud danés.
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¿Qué se sabe de esta versión del virus?
El subtipo BA.2 tiene muchas mutaciones. Alrededor de 20 de ellas en la proteína de la espícula son compartidas con la variante ómicron original. Pero además presenta cambios genéticos que no se veían en la versión inicial.
No está claro hasta qué punto estas mutaciones pueden resultar de importancia, sobre todo en una población que se ha enfrentado con la versión original de ómicron, dijo el doctor Jeremy Luban, virólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts.
Por ahora, la versión original, conocida como BA.1, y la BA.2 se consideran subgrupos de ómicron. Sin embargo, los expertos en salud mundial podrían darle su propio nombre con letra griega si se considera una “variante de preocupación” de importancia mundial.
La rápida propagación de la BA.2 en algunos lugares hace temer que pueda tomar fuerza.
“Tenemos algunos indicios de que puede ser tan contagiosa o quizá ligeramente más contagiosa que la ómicron original, ya que es capaz de competir con ella en algunas áreas”, explicó Long. “Pero todavía no sabemos por qué es así”.
Un primer análisis realizado por científicos de Dinamarca no muestra diferencias en el número de hospitalizaciones por BA.2 en comparación con la original. Los científicos de ese país están estudiando la capacidad de infección de esta versión y la eficacia de las vacunas actuales para combatirla. Tampoco está claro si los tratamientos funcionarán contra este subtipo.
También se desconoce si una persona que ya ha tenido COVID-19 causado por ómicron se puede volver a infectar con BA.2, pero tienen la esperanza de que una infección previa con la ómicron inicial reduzca la gravedad de la enfermedad si alguien contrae posteriormente BA.2.
Las dos expresiones de ómicron tienen suficientes puntos en común como para pensar que la infección con la mutación original “ofrezca una protección cruzada contra el BA.2”, dijo el doctor Daniel Kuritzkes, experto en enfermedades infecciosas del Hospital Brigham and Women’s. Los científicos realizarán pruebas para averiguar si los anticuerpos de una infección con ómicron original “son capaces de neutralizar la BA.2 en el laboratorio y luego extrapolar a partir de ahí”, dijo.
¿Están preocupadas las agencias de salud?
La Organización Mundial de la Salud clasifica la variante ómicron como preocupante, la más grave entre las designaciones de las mutaciones del nuevo coronavirus, pero no designa a la BA.2 con una denominación propia.
Sin embargo, dado su ascenso en algunos países, el organismo dice que las investigaciones sobre BA.2 “deben ser prioritarias”.
Por su parte, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido ha designado la BA.2 como “variante en investigación”, y señala el creciente número de casos encontrados en el Reino Unido y a nivel internacional. Aun así, la versión original de ómicron sigue siendo la dominante en el Reino Unido.
¿Por qué es más difícil detectarla?
La versión original de ómicron tenía características genéticas específicas que permitían a las autoridades sanitarias diferenciarla de delta con rapidez mediante una prueba de PCR debido a que no se le detecta el gen S, uno de los tres “genes diana” del virus.
La BA.2 no tiene esta misma peculiaridad genética, por lo que en la prueba, la BA.2 se parece a la delta, dijo Long.
“No es que la prueba no la detecte; es que no parece ómicron”, dijo. “No hay que tener la impresión de que la variante ‘furtiva’ de ómicron no podemos detectarla. Todas nuestras pruebas de PCR pueden hacerlo”.
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¿Qué hay que hacer para protegerse?
Los médicos aconsejan las mismas precauciones de siempre: vacunarse y seguir las recomendaciones de las autoridades de salud pública sobre el uso de mascarillas, evitar las aglomeraciones y quedarse en casa si se está enfermo.
“Las vacunas ofrecen todavía una buena defensa contra un cuadro grave, la hospitalización y la muerte”, dijo Long. “Incluso si antes tuviste COVID 19 —has tenido una infección natural_, la protección de la vacuna sigue siendo más fuerte, más duradera y, de hecho, funciona bien para las personas que han sido infectadas previamente”.
Esta última versión es otro recordatorio de que la pandemia no ha terminado.
“Todos deseamos que se acabe”, dijo Long, “pero hasta que no consigamos vacunar al mundo entero, seguiremos corriendo el riesgo de que surjan nuevas variantes”.
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