¿Qué hay detrás de los nombres de las esquinas de Caracas?

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Caracas conserva las vivencias de su pasado a través de los curiosos nombres con los que se distinguen las esquinas de su centro histórico. Informa Adriana Núñez Rabascall de la Voz de América.
El pasado colonial de Venezuela, las habladurías de la época y los sucesos que marcaron a la sociedad caraqueña, hace unos 4 siglos, quedaron inmortalizados en la nomenclatura que hoy identifica el centro de Caracas. Si bien algunas esquinas debían su nombre a las órdenes eclesiásticas o instituciones cerca del lugar, otras fueron llamadas espontáneamente por la gente respondiendo a hechos o personajes emblemáticos de la zona.
Aunque parte de las historias detrás de las esquinas de Caracas se han perdido con el tiempo, otras se mantienen gracias a la tradición oral.
Fue así como, de boca en boca, la ciudadanía bautizó los espacios donde se desenvolvía.
"En la esquina de peligro había inseguridad, había rateros, que por lo general, asaltaban a las personas, entonces, se decía: cuidado que en esa esquina hay peligro", relata el geógrafo Rafael Ruano.
Y ¿qué decir de la esquina el muerto?. Según Ruano, en el siglo XIX, durante la guerra federal, en el área que hoy lleva esa distinción eran frecuentes los combates entre bandos políticos enfrentados, y a diario, los cadáveres quedaban en las calles por falta de atención médica. Pero una mañana, cuando camilleros recogían los cuerpos para llevarlos al cementerio, ocurrió lo impensable: un hombre que se creía muerto se levantó y dijo: "no me lleven, porque no estoy muerto".
Y así hay unas 455 esquinas con estos ocurrentes nombres como la gorda, la bolsa, socorro o la esquina pelota.
"En el sector se jugó pelota vasca. Había un paredón y el rebotar de la pelota vasca queda como esquina de la pelota", narra la historiadora Desirée Popolo.
Todo comienza después de la fundación de la capital venezolana, en 1567. "La organización de nuestra ciudad viene de la estructura de las ciudades españolas, que parten de la catedral, y en torno a la catedral, se hace una primera cuadrícula de cuatro esquinas. En torno a esa cuadrícula, tiene que estar la casa de gobierno y la plaza mayor o plaza de armas, que hoy es la plaza Bolívar", explica Popolo.
Además de la singularidad para ubicarse en el centro de la ciudad, los venezolanos tienen su propia manera de dar las direcciones: acá ni el nombre de la calle o de la avenida es tan importante como lo que se conoce como un "punto de referencia”. Ese punto de referencia puede ser un viejo centro comercial, un emblemático negocio o hasta un árbol.