Aparecen a la primera señal de protestas en Irán: hombres vestidos de negro, montando motocicletas y a veces blandiendo pistolas o porras.
Son miembros de lo que se conoce como Basijis, voluntarios paramilitares muy leales a la República Islámica. Estas tropas de choque de los ayatolás han asumido un papel principal para reprimir a los disidentes desde hace dos décadas.
Durante las últimas protestas, desatadas por la muerte de una joven bajo custodia de la policía de la moralidad el mes pasado, a los Basijis se les ha visto en las grandes ciudades, atacando y deteniendo a manifestantes, que en algunos casos los resisten.
En un video que ha circulado bastante aparecen decenas de escolares quitándose los pañuelos de cabeza islámicos, o hiyabs, y gritando a un Basijis que se fuera del lugar.
Aún queda por ver si esta ronda de disturbios se acalla con el tiempo, pero en gran parte dependerá de cómo los Basijis y otras fuerzas de seguridad respondan a nuevas protestas.
También lea Convocan a nuevas protestas en Irán entre cortes de internetLos Basijis, cuyo nombre oficial se traduce como Organización para la Movilización de los Oprimidos, fueron establecidos por el ayatolá Ruholla Jomeini poco después de la revolución islámica de 1979 para islamizar la sociedad iraní y combatir a los enemigos internos.
Desde la década de 1990 están bajo el mando de la Guardia Revolucionaria de Irán y son extremadamente leales al líder supremo ayatolá Alí Jamenei, quien a menudo los elogia como un pilar de la República Islámica.
Tienen subsidiarias en todo el país, así como organizaciones estudiantiles, grupos de comercio y facultades médicas. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto sanciones a lo que identifica como una red multimillonaria de negocios administrados por los Basijis de forma encubierta.
El aparato de seguridad de los Basijis está compuesto por brigadas armadas, fuerzas antidisturbios y una amplia red de informantes que espían a sus vecinos.
Saeid Golkar, un académico iraní de la Universidad Tennessee Chattanooga calcula que llegan a un millón, mientras las fuerzas de seguridad suman solo decenas de miles.
También lea Irán redobla la represión de las protestas en zonas kurdas“Como son civiles comunes sin uniforme, la Revolución Islámica los cuenta como partidarios del régimen. Al mismo tiempo, mucha de esta gente recibe salarios de la República Islámica”, dijo Golkar.
Incluso algunos se mezclan entre los manifestantes, como informantes para tratar de identificar a los líderes. Amnistía Internacional dijo en un reporte el mes pasado que cuatro individuos identificados por la autoridades como Basijisis parecieron haber sido víctimas de las fuerzas de seguridad en medio de las protestas.
Los expertos dicen que muchos de los que se unen a los Basijis lo hacen por intereses económicos, porque la afiliación les abre las puertas en universidades y empleos del sector estatal.
Sin embargo, los reclutas son sometidos a un intenso adoctrinamiento, con 45 días iniciales de entrenamiento militar e ideológico. Les enseñan que la revolución islámica es una lucha divina contra la injusticia, y las amenazas de muchos enemigos, desde EEUU e Israel hasta grupos opositores exiliados y hasta la propia cultura occidental.
Según Golkar, si los nuevos reclutas buscaban solo ganancias personales, “el adoctrinamiento ayuda a modificar esas motivaciones”.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.