Varios sobres envenenados con ricino, un veneno extraído de las semillas del arbusto ricino (ricinus communis), causaron alarma en Washington D.C. esta semana al haber sido enviados al presidente y otros altos mandos del gobierno. ¿Qué tan peligrosa es realmente esta sustancia? ¿Qué efectos tiene en el cuerpo humano? ¿Cuál es el tratamiento?
Para responder estas preguntas la Voz de América habló con el doctor José Antonio Cisneros, médico especialista en ingeniería biomédica.
P: ¿Qué es el ricino?
R: Es una toxina de origen natural que se encuentra en la semilla de una planta, el ricino. Debidamente procesada, puede ser utilizada con fines terapéuticos, médicos o con fines terroristas en este caso.
P: ¿Cómo puede una misma sustancia tener fines terapéuticos y ser peligrosa a la vez?
R: En el mundo vegetal, no es poco usual que una planta tenga diferentes proteínas o diferentes agentes que causan efectos variados dependiendo de cómo se utilicen. El uso terapéutico del ricino es milenario. Puede ser utilizado en forma de aceite como purgante, por ejemplo, y tiene también otras aplicaciones en procesos reumáticos o inflamatorios. También se ha utilizado en el tratamiento contra el cáncer por su tremenda capacidad de actuar sobre la química de las células.
P: Y como veneno, ¿cómo actúa?
R: Puede ser inhalado, inyectado o tragado. De la vía de administración depende su letalidad. Si es ingerido, en la forma en la que esté -bien sea polvo o aceite-, produce una serie de síntomas muy agresivos. En 12 a 24 horas se produce una hemorragia intestinal, diarrea, vómito, deshidratación, y baja de presión. El efecto que eso tenga depende del estado de salud de la persona al igual que la edad. Si es un anciano, un niño muy joven o tiene alguna enfermedad subyacente puede ser bastante letal.
Si es inhalado, la persona puede sufrir inflamación aguda [de las vías respiratorias], neumonía, espasmo bronquial y dificultad respiratoria.
P: ¿Se ha intentado usar el ricino como arma biológica?
R: El ricino está catalogado como arma biológica y ha sido utilizado en el pasado como tal, por ejemplo en la Primera Guerra Mundial. Es una planta que crece en todas partes, es de fácil acceso y el proceso de obtención y concentración de la toxina no es sumamente difícil. Sin embargo, no es tan letal como otras toxinas y es difícil hacerlo llegar al enemigo. En una época hubo balas recubiertas con esta toxina, de manera que una vez que la persona sufriera el disparo, si no moría por el impacto moría por las consecuencias del paso de la toxina a la sangre.
P: Si una persona estuvo en contacto con el veneno, ¿puede transmitirlo a otra?
R: No es contagioso, una persona intoxicada con esto no lo puede trasmitir a otras personas. Por eso su uso en este tipo de conflictos armados no resultó muy efectivo.
P: ¿Se puede diferenciar el polvo de ricino del talco, por ejemplo?
R: Estas toxinas pueden ser enmascaradas de cualquier forma. Pueden mezclarla con un talco, pueden macerarla y producirla como un polvo de cualquier color. También puede colocarse en forma líquida dentro de una píldora para que la persona la trague.
P: ¿Cómo llegan los médicos a un diagnóstico de envenenamiento con ricino?
R: No es un diagnóstico frecuente. Tendría que ocurrir que una persona estuviera trabajando con esta toxina, o algún funcionario en alguna institución de salud que estuviera haciendo una investigación, o una persona de interés, como miembros del gobierno, que de un momento a otro sufrieran cambios abruptos en su estado de salud y no se le pudiera atribuir a una causa natural.
Escuche aquí la entrevista completa:
Your browser doesn’t support HTML5