Las mujeres son casi la mitad de la fuerza laboral en la agricultura del África subsahariana y en Asia oriental y sudoriental, pero la producción de las mujeres tiende a permanecer más atrasada que la de su contraparte masculina.
Agencias estadounidenses de ayuda internacional están implementando formas de mediar si sus esfuerzos están fortaleciendo a las mujeres que trabajan en la agricultura.
Las mujeres enfrentan mucho más obstáculos que los hombres. Ellas tienen a poseer menos tierra y a tener menos derechos sobre las posesiones. Además tienen menos acceso a crédito y entrenamiento. A su vez, ellas tienen menos poder en los procesos de toma de decisiones.
Se estima que la población mundial crecerá con 2.000 millones de personas en las próximas cuatro décadas y maximizar la producción de comida puede ser fundamental para todos en el sector agrícola.
Las mujeres son esenciales
Las agencias de ayuda, incluyendo la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, ve el fortalecimiento de las mujeres como algo fundamental para cumplir esa meta.
“Si no tomamos en consideración a las mujeres, no podremos lidiar con el problema la pobreza y el hambre en el mundo de una forma efectiva y sostenible”, dijo Tjada McKenna, coordinadora de USAID.
Para ayudar a evaluar sus esfuerzos, USAID contactó a investigadores de la Universidad de Oxford y del Instituto de Investigación Internacional de Políticas de Alimentos, IFPRI, para identificar como medir el impacto en el fortalecimiento de las mujeres en la agricultura.
Los especialistas se concentraron en cinco áreas: control sobre producción, recursos, ingresos, liderazgo en la comunidad y uso del tiempo. Los análisis compararon los papeles de hombres y mujeres del mismo hogar en estas áreas. Los estudios se realizaron en Guatemala, Bangladesh y Uganda.
Diferencias de acuerdo al país
La investigación demostró que en estas áreas de fortalecimientos se presentan grandes diferencias de acuerdo al país.
Por ejemplo, en Bangladesh, el factor más significativo para las mujeres es el no tener autoridad sobre los recursos naturales, como la tierra y los animales. En Guatemala, el mayor problema es la falta de liderazgo en la comunidad. Finalmente, en Uganda, el tiempo perdido es la mayor barrera para las mujeres.
Otro factor interesante, relata Sabina Alkire, de la Iniciativa de pobreza y desarrollo humano de Oxford, es que hay varias ideas erróneas sobre fortalecimiento en las mujeres.
En Guatemala, dice Alkire, tres cuartos de las mujeres que pertenecen al grupo con mejores ingresos económicos, no ejercen ningún tipo de influencia en la toma de decisiones o en su comunidad.
Tjeda McKenna, de USAID, indicó que su agencia utilizará estas investigaciones para distribuir sus ayudas y para programar sus esfuerzos de ayuda en estas áreas.