Mariano Rajoy es reelegido presidente en España

Rajoy dejó claro que no admitirá que el Congreso, donde carece de mayoría, pueda revocar las políticas que llevó a cabo desde que accedió al poder, en diciembre de 2011.

Aunque se acaba la interinidad, la legislatura, que debería culminar en junio de 2020, no está garantizada en su totalidad porque a partir de ahora Rajoy dispone de la posibilidad de disolver el Parlamento cuando lo desee, a partir de mayo próximo.

El líder del PP (centroderecha), Mariano Rajoy, fue reelegido hoy por el Congreso como presidente del Gobierno español, lo que pone fin a una etapa de interinidad de más de diez meses en los que él mismo se mantuvo al frente del Ejecutivo pero sin competencias plenas.

Sólo el cambio de actitud de los socialistas, que se abstuvieron mayoritariamente, ha permitido la elección de Rajoy, que contó hoy con 170 votos, aportados por su grupo (137), los liberales de Ciudadanos (32) y una diputada moderada canaria.

En contra votaron 111 diputados, procedentes de la coalición de izquierdas Unidos Podemos, parlamentarios de distintos grupos nacionalistas y una quincena de socialistas (PSOE) que rompieron la disciplina de voto, puesto que este partido había decidido abstenerse.

En las filas del PSOE hubo hoy una clamorosa ausencia, la del hasta hace un mes líder del partido, Pedro Sánchez, quien renunció a su escaño horas antes de la votación para no desobedecer la consigna de la gestora que ahora dirige a los socialistas.

Aunque se acaba la interinidad, la legislatura, que debería culminar en junio de 2020, no está garantizada en su totalidad porque a partir de ahora Rajoy dispone de la posibilidad de disolver el Parlamento cuando lo desee, a partir de mayo próximo.

El propio Rajoy pareció aludir a esa posibilidad cuando hoy, durante la breve intervención para apoyar su candidatura, dijo que no admitirá que le impongan políticas con las que no esté de acuerdo.

Ofreció diálogo y se mostró partidario de trabajar por el entendimiento pero hizo hincapié en que no negociará la unidad de España - en alusión al movimiento independentista catalán - ni la estabilidad presupuestaria ni los compromisos derivados de la pertenencia a la Unión Europea.