Las autoridades de Indonesia recuperaron este lunes los cadáveres de 11 escaladores tras la erupción repentina del volcán Marapi, mientras los rescatistas buscaban al menos a otros 12 presuntamente desaparecidos.
El Marapi se ha mantenido en el tercero de cuatro niveles de alerta desde 2011, lo que indica una actividad volcánica por encima de lo normal y prohíbe que montañistas o residentes se acerquen a 3 kilómetros de la cumbre, dijo Hendra Gunawan, del Centro de Mitigación de Desastre Geológico y Vulcanología.
“Eso significa que no debería haber nadie escalando a la cumbre”, dijo Gunawan. Sólo se permitía el acceso a montañistas por debajo de la zona de peligro, “pero en ocasiones muchos rompen las normas para cumplir su satisfacción de escalar más”.
Unos 75 escaladores empezaron a subir el volcán de casi 2.900 metros el sábado y se quedaron varados.
Ocho de los rescatados el domingo fueron trasladados a hospitales con quemaduras y otro con una fractura en una extremidad, dijo Hari Agustian, un funcionario de la Agencia de Búsqueda y Rescate local en Padang, la capital de la provincia de Sumatra Occidental.
Todos los montañistas se habían registrado en dos puestos de mando o a través de internet ante la agencia de conservación de Sumatra Occidental antes de subir, dijo Agustian. Era posible que otros hubieran tomado rutas ilegales o que vecinos de la zona estuvieran en la zona, pero no había podido confirmarse, señaló.
También lea Pueblo de Islandia en vilo por posible erupción de volcánEl volcán entró en erupción el domingo y expulsó nubes de ceniza blanca y gris a más de 3.000 metros de altura, y arrojó masas de ceniza caliente a varios kilómetros de distancia. Aldeas y poblados cercanos fueron cubiertos por toneladas de material volcánico.
El polvo volcánico y la lluvia manchaban los rostros y el pelo de los escaladores evacuados, según videos publicados en redes sociales.
Varios poblados quedaron cubiertos de ceniza, que ocultó la luz solar en varios lugares, indicó el vocero de la Agencia Nacional de Manejo de Desastres, Abdul Muhari. Las autoridades repartieron mascarillas e instaron a los residentes a usar gafas para protegerse de la ceniza volcánica.
Unas 1.400 personas viven en las laderas del Marapi en Rubai y Gobah Cumantiang, los poblados más cercanos a unos 5 y 6 kilómetros de la cima.
Gunawan señaló que la erupción del domingo no se había visto precedida por un aumento significativo en temblores volcánicos. Sólo se registraron sismos volcánicos profundos en tres ocasiones entre el 16 de noviembre y el domingo, mientras que los equipos que miden los cambios en la cumbre habían mostrado un desplazamiento horizontal del eje radial y una ligera modificación del eje tangencial.
“Esto muestra que el proceso de erupción se está produciendo de prisa y el centro de presión es muy poco profundo alrededor del pico”, explicó.
Se han observado erupciones regulares del Marapi desde 2004 separadas por entre dos y cuatro años, dijo Gunawan.
“Las erupciones del Marapi siempre son repentinas y difíciles de detectar por los equipos, porque la fuente está cerca de la superficie”, comentó. “Esta erupción no fue causada por el movimiento de magma”.
El director de la Agencia de Búsqueda y Rescate de Sumatra Occidental, Abdul Malik, dijo que los rescatistas encontraron este lunes por la mañana 11 cadáveres, rescataron con vida a otros tres escaladores y siguen buscando a 12 más que, según informes, siguen desaparecidos.
“El proceso de evacuación de los cadáveres y de los supervivientes sigue en curso”, indicó.
Marapi está activo desde enero, cuando también hizo erupción sin causar muertes. Está entre los más de 120 volcanes activos en Indonesia, que es propensa a la actividad sísmica debido a su ubicación en el Anillo de Fuego del Pacífico, un arco de volcanes y fallas sísmicas que rodea la Cuenca del Pacífico.
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