La disminución de especies animales entre las décadas de 1970 a 2010, ocurrió mucho más rápido de lo que se había proyectado, señaló el Fondo Mundial de Vida Silvestre (WWF, por sus siglas en inglés) en su informe bianual “Planeta vivo”, publicado conjuntamente con la Asociación Zoológica de Londres.
El informe dice que las demandas de la humanidad son 50 por ciento más de lo que la naturaleza puede soportar en términos de deforestación, extracción de agua del subsuelo y emisiones de dióxido de carbono, que están ocurriendo a un ritmo más rápido de lo que la Tierra se puede recuperar.
Ken Norris, director de Ciencias en la Asociación Zoológica de Londres, dijo al presentar que “el daño no es inevitable sino una consecuencia de la manera en que hemos elegido vivir”.
Las principales razones para el declive de las poblaciones animales fueron la pérdida de los hábitats naturales, la explotación por medio de la caza o la pesca y el cambio climático.
Las conclusiones del informe sobre las poblaciones de animales salvajes vertebrados revelaron que las mayores bajas ocurrieron en regiones tropicales, especialmente en Latinoamérica.
La peor declinación ocurrió entre las poblaciones de animales de agua fresca, las cuales se redujeron en un 76 por ciento en las cuatro décadas desde 2010, en tanto que los números de animales marinos y terrestres cayeron 39 por ciento.
Un informe anterior de “Planeta vivo”, publicado hace dos años, ponía la declinación de especies en un 28 por ciento en un periodo similar de cuatro décadas.