Científicos estadounidenses han hecho lo que en algún momento se consideraba ciencia ficción, regenerar un músculo del corazón para remplazar los tejidos que han muerto después de atravesar un ataque cardiaco. Este es el avance más reciente en el campo de la medicina regenerativa.
Durante un ataque cardiaco, el músculo del corazón pierde parte del flujo sanguíneo. El tejido afectado muere y el corazón tiene menos fuerza para enviar la sangre al resto del cuerpo.
Si el paciente llega a un centro médico lo suficientemente rápido, los doctores pueden abrir la arteria obstruida antes de que el daño suceda. Pero Eduardo Marbán, director del Instituto del Corazón Cedars-Sinai, en Los Ángeles, tiene un ambicioso plan.
“La idea es recibir pacientes que han sufrido de ataques cardiacos, en los cuales parte del músculo del corazón se ha convertido en cicatriz, y retar el concepto de que una vez se ha formado una cicatriz es permanente. Así mismo, que el tejido saludable una vez perdido, está perdido para siempre”, explica Marbán.
Para hacer eso, el equipo de Marbán realizó biopsias de pequeños tejidos del corazón de personas que han sido víctimas de ataques cardiacos y las utilizó para desarrollar células madre en el laboratorio. Millones de células madres se inyectaron de nuevo en la parte afectada del corazón.
“Era la misma área del corazón en la que se había producido la lesión y las células se depositaron en la arteria coronaria que había sido bloqueada por el coágulo causado por ataque”, explicó el especialista.
Marbán informa que los resultados de este pequeño estudio, solo se utilizaron 25 pacientes, se publicaron en The Lancet. El tratamiento con células madres reduce la cantidad de tejido con cicatriz a la mitad, el promedio de cerca de 24% se reportó bajar a un 12% medido con un scan MRI después del tratamiento. Para comparación, un grupo que no recibió las células madres no reportaron reducción del tejido con cicatriz.
Los pacientes con células madres no registraron un incremento en el funcionamiento general del corazón, aunque si mostraron mejoras en las áreas particulares donde el tejido se regeneró.
“Analizamos ciertas funciones del corazón, estaba bombeando y contrayéndose mejor en aquellos sujetos que no recibieron el tratamiento con las células madre. Sin embargo, el tratamiento, de acuerdo a las medidas, parece estar funcionando bien”, indica Morbán.
El doctor admite que este es solamente un estudio para probar el concepto, hacen falta más investigaciones y evaluaciones sobre el tema.
Si el tratamiento con células madres demuestra ser efectivo, este podría estar disponible para los pacientes de ataque cardiaco en aproximadamente cuatro años.