El candidato republicano pertenece a la iglesia mormona, desconocida para muchos estadounidenses que se preguntan cómo su fe podría influenciarlo si llega a la Casa Blanca.
El republicano Mitt Romney es el primer mormón en postular a la presidencia de Estados Unidos.
El candidato recién nominado por el Partido Republicano es miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, religión que es un misterio para muchos estadounidenses.
El alcalde de la ciudad de West Valley City en Utah, Mike Winder, también es mormón y, por lo tanto, parte de una minoría en Estados Unidos.
A Winder le emociona la candidatura de Romney, quien es el mormón que ha estado más cerca de llegar a ser presidente.
“Hemos recorrido un largo camino y ver que un nominado presidencial republicano es miembro de nuestra iglesia es algo histórico para nuestra fe”, aseguró el alcalde.
“Mitt Romney es el tercer primo de mi abuelo y él también es el tercer primo de mi abuela Gwen Winder por su lado”, comentó.
Generalmente los estadounidenses saben poco de la iglesia mormona y, por lo tanto, surge la interrogante sobre cómo la religión podría influenciar a Romney si llega a la Casa Blanca.
Muchas veces la iglesia mormona ha sido acusada de promover una agenda conservadora en la política. Pero el alcalde Winder dice que autoridades de la iglesia no se mezclan con esos asuntos.
“Yo nunca he escuchado a ninguno de ellos llamando a un político, un alcalde, un gobernador o a un legislador”, asegura.
Según Winder, en las iglesias mormonas todos los feligreses tienen un rol: “Actualmente yo imparto clases de las escrituras y el evangelio los domingos y me han pedido que haga otras tareas”, cuenta.
Los mormones deben cumplir con la obligación de ser misioneros. Romney lo hizo en Francia cuando era joven.
El escritor Tom Kimball asegura que el candidato republicano ha evitado hablar de su fe porque muchos ven esta religión como “extraña”. “El mormonismo es un blanco fácil”, afirma.
Sin embargo, muchos creyentes esperan que al ser más abierto acerca de su fe, Romney aumente la aceptación de su iglesia en el público y sus probabilidades de ganar en noviembre.
El candidato recién nominado por el Partido Republicano es miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, religión que es un misterio para muchos estadounidenses.
El alcalde de la ciudad de West Valley City en Utah, Mike Winder, también es mormón y, por lo tanto, parte de una minoría en Estados Unidos.
A Winder le emociona la candidatura de Romney, quien es el mormón que ha estado más cerca de llegar a ser presidente.
“Hemos recorrido un largo camino y ver que un nominado presidencial republicano es miembro de nuestra iglesia es algo histórico para nuestra fe”, aseguró el alcalde.
“Mitt Romney es el tercer primo de mi abuelo y él también es el tercer primo de mi abuela Gwen Winder por su lado”, comentó.
Generalmente los estadounidenses saben poco de la iglesia mormona y, por lo tanto, surge la interrogante sobre cómo la religión podría influenciar a Romney si llega a la Casa Blanca.
Muchas veces la iglesia mormona ha sido acusada de promover una agenda conservadora en la política. Pero el alcalde Winder dice que autoridades de la iglesia no se mezclan con esos asuntos.
“Yo nunca he escuchado a ninguno de ellos llamando a un político, un alcalde, un gobernador o a un legislador”, asegura.
Según Winder, en las iglesias mormonas todos los feligreses tienen un rol: “Actualmente yo imparto clases de las escrituras y el evangelio los domingos y me han pedido que haga otras tareas”, cuenta.
Los mormones deben cumplir con la obligación de ser misioneros. Romney lo hizo en Francia cuando era joven.
El escritor Tom Kimball asegura que el candidato republicano ha evitado hablar de su fe porque muchos ven esta religión como “extraña”. “El mormonismo es un blanco fácil”, afirma.
Sin embargo, muchos creyentes esperan que al ser más abierto acerca de su fe, Romney aumente la aceptación de su iglesia en el público y sus probabilidades de ganar en noviembre.