El oficial Darren Wilson que mató de varios disparos al adolescente negro Michael Brown no recibió ningún paquete de indemnización cuando renunció el fin de semana, dijo el domingo el alcalde de Ferguson.
El alcalde James Knowles dijo a los reporteros que Wilson, de 28 años, no recibirá más paga ni prestaciones, y él y la municipalidad cortaron todo lazo que les unía.
El periódico St. Louis-Post Dispatch dijo que Wilson tomó en consideración los problemas de seguridad con los que tendría que vivir de quedarse en el área de Ferguson, un suburbio de San Luis, Missouri.
El policía contó en una entrevista con George Stephanopoulos del programa ABC News que recientemente se casó y que él y su esposa están esperando un bebé.
En la entrevista había dicho que su sueño había sido trabajar durante 30 años y retirarse como sargento, pero luego de la muerte de Brown sentía que ya no podría vivir tranquilo.
Wilson, había estado recluido, con licencia y goce de sueldo desde el 9 de agosto cuando sucedió el incidente. Era policía desde hace seis años.
Su abogado, Neil Bruntrager, dijo que Wilson presentó su renuncia después que el jefe de la Policía de Ferguson, Tom Jackson, le dijo el sábado que el departamento había recibido amenazas.
"No estoy dispuesto a permitir que alguien más salga lastimado", declaró Wilson al periódico St. Louis Post-Dispatch.
A penas el lunes, un gran jurado, decidió no presentar cargos contra el oficial luego de estudiar la evidencia del caso durante más de tres meses.
La decisión fue recibida con furia por miles de personas en Ferguson y en el resto de EE.UU., desatándose una serie de manifestaciones de protesta.
Muchos en Ferguson creen la versión de algunos testigos que indican que Brown se había rendido y estaba con las manos en alto cuando fue abatido a tiros.
Wilson, en cambio, testificó que el muchacho se le vino encima con “cara de demonio” e intentó arrebatarle el arma dentro del carro de la policía. Luego se fue y cuando era perseguido se dio vuelta y se le vino encima al oficial.
El policía testificó que tuvo miedo que lo matara y dijo que no tuvo más remedio que dispararle.
El Departamento de Justicia aun investiga si no se violaron los derechos civiles de Brown en el tiroteo y realiza una indagación adicional sobre las prácticas del departamento de policía.