Reporte revela mala conducta de agentes de la DEA

El departamento de Justicia dijo que toma muy seriamente los hallazgos del inspector general y está trabajando para implementar políticas a fin de evitar que problemas similares se registren en el futuro.

Escándalo incluye contratación de prostitutas en el extranjero con dinero del narcotráfico y falta de investigación en el caso de Cartagena de Indias.

El departamento de Justicia reveló un reporte que revela una serie de irregularidades en la investigación de casos que involucran la participación de agentes de la DEA en fiestas sexuales mientras estaban de servicio en el extranjero.

Según el reporte las acusaciones que salieron a la luz pública sobre la mala conducta de agentes de la DEA en 2009 y 2012 no recibieron un tratamiento adecuado porque en muchos casos se omitió información que impidió una investigación oportuna y veraz sobre lo sucedido.

El documento, de 139 páginas y elaborado por el órgano de control del Departamento de Justicia, hace un recuento de varias de las acusaciones de otros casos de conducta sexual inapropiada -incluyendo insinuaciones, sexo entre instructores y estudiantes, así como relaciones entre un supervisor y un subordinado- que involucra a empleados de agencias federales del orden público que integran el Departamento de Justicia. Estas incluyen al FBI, la DEA, el Servicio Federal de Alguaciles de Estados Unidos y la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.

Una sección del reporte describe las acusaciones de que agentes de la DEA acudieron a fiestas sexuales con prostitutas pagadas por cárteles del narcotráfico en otro país, que se presume haya ocurrido en Colombia.

Esta investigación se llevó a cabo en respuesta al escándalo con prostitutas en Cartagena de Indias (Colombia) que protagonizaron agentes del Servicio Secreto, justo antes de que el presidente, Barack Obama, llegara a esta ciudad colombiana para participar en la Cumbre de las Américas que se celebró del 9 al 15 de abril de 2012.

El reporte resalta que más allá de la mala conducta de los agentes es importante considerar que sus acciones pusieron en riesgo la seguridad de las actividades de la agencia antidroga al utilizar edificios gubernamentales para sus actividades donde guardaban equipos del gobierno con información confidencial, además de quedar expuestos y convertirse en víctimas de chantaje y extorsión.