Un reciente reporte concluyó que permitir el uso de armas de fuego dentro de las escuelas y universidades puede convertirse en un verdadero peligro.
Según el reporte, elaborado por la escuela de salud pública de la Universidad John Hopkins, concluyó que las recientes políticas que permiten a los civiles portar armas de fuego dentro de los campus universitarios lejos de prevenir tiroteos masivos aumentan los riesgos de más tiroteos, homicidios y suicidios, especialmente entre los estudiantes.
Al menos ocho estados tienen leyes que permiten a los civiles con autorización para portar armas de fuego llevarlas consigo dentro de los campus estudiantiles. Durante la sesión legislativa 2015-2016 varios estados del país también consideraron políticas similares.
Pero, el estudio alertó que este tipo de legislaciones son relativamente nuevas y no existen estudios que analicen sus efectos directos.
El reporte examina datos e información de investigaciones disponibles sobre leyes que autorizan el portar armas, así como de los tiroteos masivos en espacios públicos y encontró que ni las zonas “libres de armas” ni el derecho a portarlas impactan en los tiroteos masivos.
Por el contrario, los civiles con derecho a portar armas cada vez son más y los tiroteos masivos también van en aumento. Además, los ciudadanos armados muy raras veces son capaces de prevenir o interrumpir un tiroteo masivo.
Un estudio del FBI que examinó 160 tiroteos en Estados Unidos encontró que solo en una oportunidad un civil armado intervino para frenar un ataque con arma de fuego.
Los investigadores también concluyeron que las propuestas para portar armas en los campus universitarios podrían aumentar la letalidad de los asaltos e intentos de suicidios en los campus universitarios, dos incidentes que son más comunes en los centros de estudios que los tiroteos masivos.