El príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman asistirá a la cumbre del Grupo de los 20 prevista para este mes en Buenos Aires, según reportes de prensa saudíes difundidos el lunes.
Sería el primer viaje de bin Salman al exterior desde el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi perpetrado el 2 de octubre en el consulado del reino en Estambul, Turquía, y se encontraría de frente con líderes mundiales de Estados Unidos, Turquía, Canadá y países europeos.
Se prevé que Donald Trump y otros gobernantes asistan a la cumbre de dos días que iniciará el 30 de noviembre. También está programado que acuda a la reunión el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien ha mantenido la presión internacional sobre Arabia Saudí.
El ministro de Energía saudí, Khalid Al-Falih, dijo que la escala en Argentina será parte de una gira del príncipe heredero por el exterior, aunque no se han dado mayores detalles de momento, de acuerdo con medios de prensa saudíes, entre ellos Al-Arabiya.
Numerosos gobernantes de diversos países, muchos de los cuales tienen previsto asistir a la cumbre del G-20, han condenado enérgicamente el asesinato de Khashoggi y exhortado a Arabia Saudí a que someta a la justicia a los implicados en ese crimen.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos concluyeron que el príncipe ordenó el asesinato, y expertos aseguran que un crimen de este tipo no podía ocurrir sin el conocimiento del príncipe a la corona, quien controla los principales instrumentos de poder en el reino.
Las autoridades saudíes, que han ofrecido diversos relatos contradictorios desde la desaparición inicial de Khashoggi, rechazan la implicación del príncipe heredero en el asesinato.
Los investigadores saudíes dijeron que un equipo de 15 hombres enviado a Estambul se excedió en su autoridad cuando el principal negociador decidió asesinar a Khashoggi por rechazar las órdenes de que regresara a Arabia Saudí.
Los fiscales saudíes dijeron la semana pasada que solicitarán la pena de muerte para los cinco sospechosos del asesinato de Khashoggi, quien escribió columnas críticas al príncipe heredero para The Washington Post.
Turquía y Arabia Saudí afirman que después de matar a Khashoggi, los agentes descuartizaron sus restos, que no han sido encontrados.