Repsol cancela entregas de gas a Argentina, pero invierte en Bolivia y aumentará sus ganancias por mayores ventas de gas a Argentina.
La decisión de la petrolera española Repsol de cancelar la entrega de gas natural licuado (GNL) por barco a Argentina, como respuesta a la expropiación decidida de Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF), el pasado 16 de abril, ha colocado al gobierno de Cristina Fernández en una posición incómoda en medio de los primeros fríos invernales.
El gobierno respondió con medidas de racionamiento para tratar de asegurar el suministro a los hogares, a través de la confirmación de un comité de emergencia, recortando el consumo y reclamando a las industrias que usan unos 10.000 metros cúbicos por día, que reduzcan el uso al mínimo técnicamente posible para no afectar la producción, o de otra forma verían el servicio cortado.
Sin embargo los cortes de gas igualmente se produjeron, aunque en forma moderada, en medio del fin de semana largo. La decisión fue adoptada por técnicos del gobierno y del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
La medida, considerada como la primera represalia de Repsol, fue para algunos un baldazo de agua fría tras la expropiación celebrada por el oficialismo argentino y según funcionarios argentinos los tomó por sorpresa, aunque el hecho de que fuera un feriado permitió reducir el impacto y la preocupación crece en la medida que las fábricas vuelven al trabajo.
Sin embargo, Argentina se prepara para enfrentar más acciones legales por parte de Repsol, tanto en los tribunales de Madrid, Buenos Aires como también en Nueva York, destaca la prensa española.
El contrato para el suministro de gas por barco había sido suscripto entre el Gobierno, a través de Enarsa, y Repsol: 10 de los 81 barcos cargados de gas licuado, previstos para suplir el déficit de gas de este año , iban a ser abastecidos por Repsol.
Elogios de Evo Morales a Repsol
La situación se enreda aún más, ya que en el mismo día en que Argentina intentaba manejar la reducción del suministro de gas, en Bolivia –uno de los abastecedores de gas de Argentina-, el presidente, Evo Morales, ordenaba nacionalizar la empresa Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica de España, y celebraba al mismo tiempo a la también española Repsol.
En un acto Morales elogió al presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien devolvió los elogios al mandatario, durante la inauguración de una nueva planta de procesamiento de gas en Campo Margarita, en la región suroriental de Bolivia, que les permitirá incrementar la producción diaria de gas natural.
La medida permitirá aumentar las exportaciones de gas boliviano a Argentina en 30 a 40% según destaca el diario argentino Clarín, con lo cual la petrolera Repsol, desplazada de Argentina, incrementará sus ingresos provenientes, precisamente de Argentina, en $50 millones de dólares.
Morales destacó “el liderazgo de Repsol” y subrayó que “su inversión siempre será respetada como socia” de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Según las cifras, Repsol opera y participa con 37,5% de las acciones en el yacimiento boliviano de Campo Margarita, del cual otro 35% lo tiene British Gas y un 25% Pan American Energy.
La producción de Campo Margarita está destinada en la actualidad entre 6 a 11 millones de metros cúbicos por día a Argentina, aunque planea ser aumentada a 27,7 millones de metros cúbicos hasta 2017; mientras que Brasil importa 30 millones de metros cúbicos diarios.
Bolivia produjo en marzo de 2012 un récord de 48 millones de metros cúbicos diarios y tras la inversión en Campo Margarita superará sin problemas los 50 millones diarios en la segunda mitad del año.
El gobierno respondió con medidas de racionamiento para tratar de asegurar el suministro a los hogares, a través de la confirmación de un comité de emergencia, recortando el consumo y reclamando a las industrias que usan unos 10.000 metros cúbicos por día, que reduzcan el uso al mínimo técnicamente posible para no afectar la producción, o de otra forma verían el servicio cortado.
Sin embargo los cortes de gas igualmente se produjeron, aunque en forma moderada, en medio del fin de semana largo. La decisión fue adoptada por técnicos del gobierno y del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
La medida, considerada como la primera represalia de Repsol, fue para algunos un baldazo de agua fría tras la expropiación celebrada por el oficialismo argentino y según funcionarios argentinos los tomó por sorpresa, aunque el hecho de que fuera un feriado permitió reducir el impacto y la preocupación crece en la medida que las fábricas vuelven al trabajo.
Sin embargo, Argentina se prepara para enfrentar más acciones legales por parte de Repsol, tanto en los tribunales de Madrid, Buenos Aires como también en Nueva York, destaca la prensa española.
El contrato para el suministro de gas por barco había sido suscripto entre el Gobierno, a través de Enarsa, y Repsol: 10 de los 81 barcos cargados de gas licuado, previstos para suplir el déficit de gas de este año , iban a ser abastecidos por Repsol.
Elogios de Evo Morales a Repsol
La situación se enreda aún más, ya que en el mismo día en que Argentina intentaba manejar la reducción del suministro de gas, en Bolivia –uno de los abastecedores de gas de Argentina-, el presidente, Evo Morales, ordenaba nacionalizar la empresa Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica de España, y celebraba al mismo tiempo a la también española Repsol.
En un acto Morales elogió al presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien devolvió los elogios al mandatario, durante la inauguración de una nueva planta de procesamiento de gas en Campo Margarita, en la región suroriental de Bolivia, que les permitirá incrementar la producción diaria de gas natural.
La medida permitirá aumentar las exportaciones de gas boliviano a Argentina en 30 a 40% según destaca el diario argentino Clarín, con lo cual la petrolera Repsol, desplazada de Argentina, incrementará sus ingresos provenientes, precisamente de Argentina, en $50 millones de dólares.
Morales destacó “el liderazgo de Repsol” y subrayó que “su inversión siempre será respetada como socia” de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Según las cifras, Repsol opera y participa con 37,5% de las acciones en el yacimiento boliviano de Campo Margarita, del cual otro 35% lo tiene British Gas y un 25% Pan American Energy.
La producción de Campo Margarita está destinada en la actualidad entre 6 a 11 millones de metros cúbicos por día a Argentina, aunque planea ser aumentada a 27,7 millones de metros cúbicos hasta 2017; mientras que Brasil importa 30 millones de metros cúbicos diarios.
Bolivia produjo en marzo de 2012 un récord de 48 millones de metros cúbicos diarios y tras la inversión en Campo Margarita superará sin problemas los 50 millones diarios en la segunda mitad del año.