El presidente Joe Biden y los principales legisladores parecían incapaces el martes de desbloquear la subida del límite de la deuda de Estados Unidos, de 31,4 billones de dólares, a pesar de una reunión cara a cara tres semanas antes de que el país se vea forzado a un impago sin precedentes.
Tras cerca de una hora de conversaciones, Biden, un demócrata, y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, no mostraron señales de suavizar sus posturas ante la posibilidad de un impago tan pronto como el 1 de junio.
"No he visto ningún movimiento nuevo", dijo McCarthy a la prensa tras la reunión, y se quejó de que Biden no aceptó entablar conversaciones hasta que se agote el tiempo. "Esa no es forma de gobernar", dijo. La Casa Blanca, dijo "no tiene un plan B".
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Sin embargo, dijo que las dos partes acordaron que su personal se reúna esta semana y que los responsables vuelvan a verse el viernes para seguir hablando. Mitch McConnell, líder de la minoría en el Senado, dijo a periodistas que no habría un aumento del techo de la deuda sin un recorte del gasto.
Se esperaba que Biden ofreciera su propia versión de la reunión más tarde el martes.
Los economistas han advertido de que un impago prolongado podría sumir a la economía estadounidense en una profunda recesión con un desempleo galopante, al tiempo que desestabilizaría un sistema financiero mundial basado en los bonos estadounidenses. Los inversores se preparan para el impacto.
Biden pide a los legisladores que eleven sin condiciones el límite de endeudamiento autoimpuesto por el Gobierno federal. McCarthy ha dicho que su cámara no aprobará ningún acuerdo que no recorte el gasto para hacer frente a un creciente déficit presupuestario y señaló que no ve una solución a corto plazo.
En el pasado, las luchas por el techo de deuda han terminado normalmente con un acuerdo apresurado en las últimas horas de las negociaciones, evitando así un impago.
En 2011, el forcejeo provocó una rebaja histórica de la calificación crediticia del país. Los veteranos de aquella batalla advierten de que la situación actual es más arriesgada porque las divisiones políticas se han acentuado.
La reunión del martes fue seguida con atención en vísperas de lo que se espera que sea un periodo cada vez más tenso en Washington, antes de junio, cuando el Tesoro estadounidense predice que el país podría verse obligado a incumplir el pago de algunas deudas.
McCarthy, cuyo partido sólo tiene una escasa mayoría en la Cámara, quiere vincular una votación sobre el techo de la deuda a amplios recortes del gasto que la Casa Blanca considera draconianos.
La reunión de Biden con el presidente de la Cámara fue la primera desde el 1 de febrero.
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