El precandidato republicano va a tres elecciones primarias en las que no tiene competencia y donde mas bien medirá fuerzas con el presidente Barack Obama.
El potencial candidato republicano a la presidencia Mitt Romney enfrenta este martes elecciones primarias en tres estados a los que llega virtualmente sin competidor dentro de las filas de su partido, y en momentos en que las encuestas lo dan bastante parejo en las intenciones de voto con el presidente Barack Obama.
Tras la retirada de la contienda de sus principales rivales, el ex senador Rick Santorum y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, los republicanos de Carolina del Norte, Indiana y Virginia Occidental acuden a las urnas a votar por el favorito, Romney, o por el único de sus contrincantes que queda con vida y que ha quedado muy rezagado, Ron Paul.
Las ventajas de figurar, aunque de manera extraoficial, como aspirante único para medirse frente Obama parece que empiezan a rendirle frutos a Romney, quien según un sondeo difundido la víspera por la Universidad George Washington y la revista Político le saca ventaja 48 a 47 por ciento al presidente en las preferencias de los votantes.
Otra encuesta, realizada por el diario USA Today y la firma encuestadora Gallup en una decena de estados, reveló que tanto el precandidato republicano como Obama marchan prácticamente parejos en las intenciones de voto de los electores: 47 para el presidente y 45 por ciento para su eventual rival.
El ex aspirante más fuerte entre los que tuvo Romney para obtener la candidatura presidencial republicana, el ex senador Santorum, exhortó el lunes a sus simpatizantes a respaldar las aspiraciones del ex gobernador de Massachussets a ser nominado en las Convención Nacional del partido en Tampa, Florida, en agosto próximo.
"La campaña primaria por cierto dejó en claro que el gobernador Romney y yo tenemos algunas diferencias. Pero (…) por sobre todo, ambos coincidimos en que hay que derrotar al presidente Obama", dijo Santorum, en un esfuerzo por aglutinar a favor de su partido lo que ya constituye tanto para republicanos como demócratas el premio mayor, el voto de la clase media.
Cuando sólo restan seis meses para los comicios presidenciales, cada vez suben más de tono los puntos de vista opuestos que tienen Romney y Obama sobre la economía, que se vislumbra como el tema crucial en las elecciones.
Haciendo campaña en Ohio, Romney dijo que las políticas de los demócratas están ahogando a los estadounidenses de clase media y que sólo su experiencia como empresario podría ayudar a reactivar la economía. "El presidente y yo tenemos visiones muy diferentes” de lo que necesita el país, subrayó.
Por su parte, Obama ya puso en juego una gran campaña publicitaria a un costo de $25 millones de dólares en Virginia, Pennsylvania, Ohio, Nevada, Nueva Hampshire, Iowa, Carolina del Norte, Florida y Colorado, con anuncios dirigidos básicamente a los electores de clase media.
El mensaje principal de los anuncios de Obama tiene como propósito hacer ver, como reza uno de ellos, que "todavía la situación es demasiado dura para demasiada gente. Pero nos estamos recuperando. Porque la grandeza de EE.UU. proviene de una firme clase media".
Tras la retirada de la contienda de sus principales rivales, el ex senador Rick Santorum y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, los republicanos de Carolina del Norte, Indiana y Virginia Occidental acuden a las urnas a votar por el favorito, Romney, o por el único de sus contrincantes que queda con vida y que ha quedado muy rezagado, Ron Paul.
Las ventajas de figurar, aunque de manera extraoficial, como aspirante único para medirse frente Obama parece que empiezan a rendirle frutos a Romney, quien según un sondeo difundido la víspera por la Universidad George Washington y la revista Político le saca ventaja 48 a 47 por ciento al presidente en las preferencias de los votantes.
Otra encuesta, realizada por el diario USA Today y la firma encuestadora Gallup en una decena de estados, reveló que tanto el precandidato republicano como Obama marchan prácticamente parejos en las intenciones de voto de los electores: 47 para el presidente y 45 por ciento para su eventual rival.
El ex aspirante más fuerte entre los que tuvo Romney para obtener la candidatura presidencial republicana, el ex senador Santorum, exhortó el lunes a sus simpatizantes a respaldar las aspiraciones del ex gobernador de Massachussets a ser nominado en las Convención Nacional del partido en Tampa, Florida, en agosto próximo.
"La campaña primaria por cierto dejó en claro que el gobernador Romney y yo tenemos algunas diferencias. Pero (…) por sobre todo, ambos coincidimos en que hay que derrotar al presidente Obama", dijo Santorum, en un esfuerzo por aglutinar a favor de su partido lo que ya constituye tanto para republicanos como demócratas el premio mayor, el voto de la clase media.
Cuando sólo restan seis meses para los comicios presidenciales, cada vez suben más de tono los puntos de vista opuestos que tienen Romney y Obama sobre la economía, que se vislumbra como el tema crucial en las elecciones.
Haciendo campaña en Ohio, Romney dijo que las políticas de los demócratas están ahogando a los estadounidenses de clase media y que sólo su experiencia como empresario podría ayudar a reactivar la economía. "El presidente y yo tenemos visiones muy diferentes” de lo que necesita el país, subrayó.
Por su parte, Obama ya puso en juego una gran campaña publicitaria a un costo de $25 millones de dólares en Virginia, Pennsylvania, Ohio, Nevada, Nueva Hampshire, Iowa, Carolina del Norte, Florida y Colorado, con anuncios dirigidos básicamente a los electores de clase media.
El mensaje principal de los anuncios de Obama tiene como propósito hacer ver, como reza uno de ellos, que "todavía la situación es demasiado dura para demasiada gente. Pero nos estamos recuperando. Porque la grandeza de EE.UU. proviene de una firme clase media".