Estados Unidos sigue profundamente preocupado de que Rusia está incrementando el apoyo a los separatistas pro rusos en Ucrania.
Este fue el mensaje que el presidente Barack Obama le dijo al mandatario ruso Vladimir Putin el 1 de agosto en la primera conversación entre ambos líderes desde que EE.UU. y Europa aplicaron una nueva ronda de sanciones económicas contra Moscú.
En una llamada telefónica, Obama también expresó su preocupación de que Rusia violó un tratado de armas nucleares, informó la Casa Blanca.
El gobierno de Obama ha dicho que Rusia violó un tratado de 1987 que prohíbe la posesión, producción y pruebas de ciertos misiles de alcance medio.
Por su parte, el Kremlin informó que Putin había caracterizado las sanciones durante la llamada telefónica como contraproducentes, y agregó que dañan gravemente la cooperación bilateral y la estabilidad global en general.
El Kremlin señaló que Obama y Putin subrayaron la urgencia de poner fin a los combates en el este de Ucrania y hablaron positivamente sobre una reunión que tuvo lugar el día anterior en Minsk, Bielorrusia, entre los miembros de un “grupo de contacto diplomático” que buscan un fin a las hostilidades.
El grupo incluye a representantes de Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
La llamada se produjo cuando EE.UU. está a punto de enviar $27 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania en un esfuerzo por fortalecer la guardia nacional y reforzar su capacidad para proteger su frontera.
Funcionarios estadounidenses dijeron que la ayuda incluye $19 millones para la Guardia Nacional de Ucrania y $8 millones para la seguridad fronteriza, incluyendo equipo de vigilancia, vehículos blindados y pequeñas embarcaciones.
Al menos 12.000 soldados rusos encuentran en la frontera oriental de Ucrania. EE.UU. se ha quejado a Moscú del envío de equipo militar pesado a través de la frontera para apoyar a los separatistas, incluyendo sistemas tierra-aire de misiles que los funcionarios dicen que probablemente fue utilizado para derribar el vuelo de Malaysian Airlines.