Los ministros de Relaciones Exteriores ruso e iraní se quejan del desaire del secretario general Ban Ki-moon de retirar la invitación a Teherán para asistir a las conversaciones de paz sobre Siria.
Rusia e Irán criticaron la decisión del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon de retirar la invitación que hizo a Irán para que se sumara esta semana a las conversaciones de paz sobre Siria.
Martin Nesirky, portavoz de Ki-moon hizo el anuncio menos de 24 horas después de que la ONU sorprendió a EE.UU. y otras potencias dando a conocer que había invitado a Teherán, el aliado más cercano al gobierno sirio en Oriente Medio.
La invitación estuvo a punto de abortar las conversaciones antes de que se iniciaran este próximo miércoles 22 de enero en Suiza.
En Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo que la decisión de Ban “no había ayudado a fortalecer la autoridad de la ONU”, pero agregó que el retiro de la invitación “no es una catástrofe” y que continuarían el diálogo sin “precondiciones”.
En Teherán, en cambio, el desaire de Ban fue visto como “deplorable” y el ministro iraní Marzieh Afkham dijo que espera una explicación de “las razones verdaderas” para retirar la invitación.
La decisión de suspender la invitación sigue a declaraciones hechas por el embajador iraní en la ONU quien dijo que la República Islámica no aceptaba la llamada hoja de ruta para la paz en Siria establecida en Ginebra en 2012.
Washington había declarado que Irán no debía ser invitado a menos que apoyara de manera pública la formación de un gobierno de transición en Siria que diera paso a elecciones democráticas.
La oposición siria, por su parte, declaró que Irán debía comprometerse públicamente a retirar sus “tropas y milicias” de Siria y acogerse a los términos de las conversaciones, y de no hacerlo la ONU debía cancelar su invitación.
En Washington se informó que el secretario de Estado, John Kerry, partió este martes hacia suiza, como estaba planeado.
Martin Nesirky, portavoz de Ki-moon hizo el anuncio menos de 24 horas después de que la ONU sorprendió a EE.UU. y otras potencias dando a conocer que había invitado a Teherán, el aliado más cercano al gobierno sirio en Oriente Medio.
La invitación estuvo a punto de abortar las conversaciones antes de que se iniciaran este próximo miércoles 22 de enero en Suiza.
En Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo que la decisión de Ban “no había ayudado a fortalecer la autoridad de la ONU”, pero agregó que el retiro de la invitación “no es una catástrofe” y que continuarían el diálogo sin “precondiciones”.
En Teherán, en cambio, el desaire de Ban fue visto como “deplorable” y el ministro iraní Marzieh Afkham dijo que espera una explicación de “las razones verdaderas” para retirar la invitación.
La decisión de suspender la invitación sigue a declaraciones hechas por el embajador iraní en la ONU quien dijo que la República Islámica no aceptaba la llamada hoja de ruta para la paz en Siria establecida en Ginebra en 2012.
Washington había declarado que Irán no debía ser invitado a menos que apoyara de manera pública la formación de un gobierno de transición en Siria que diera paso a elecciones democráticas.
La oposición siria, por su parte, declaró que Irán debía comprometerse públicamente a retirar sus “tropas y milicias” de Siria y acogerse a los términos de las conversaciones, y de no hacerlo la ONU debía cancelar su invitación.
En Washington se informó que el secretario de Estado, John Kerry, partió este martes hacia suiza, como estaba planeado.