El gobierno ruso quiere que EE.UU. le garantice de manera legal que el proyectado escudo antimisiles para defender a Europa no representará una amenaza para la seguridad de Moscú.
El vicecanciller ruso, Sergei Ryabkov, dijo que su gobierno se ha sentido defraudado por la renuencia de Washington a proporcionar tales garantías.
Rusia demandó algún tipo de salvaguarda a Washington a principios de este mes después de que EE.UU alcanzó un acuerdo para desplegar interceptores antimisiles en Rumania como parte del escudo defensivo europeo.
De acuerdo con el gobierno ruso, el sistema antimisiles puede representar en el futuro un riesgo para sus fuerzas nucleares estratégicas.
Estados Unidos ha precisado que el escudo tiene como finalidad contrarrestar posible ataques con cohetes desde países como Irán o Corea del Norte, y ha subrayado que no está dirigido contra Rusia.
Sin embargo, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, envió hace poco una carta a los jefes de Estado de los miembros de la OTAN, en la que apuntó que el escudo sólo sería viable con la participación de Rusia.
Medvedev ha advertido que si Rusia y las naciones occidentales no llegan a un acuerdo sobre el asunto podría desatarse una nueva carrera armamentista.