En medio de una fuerte escalada de los combates en el este de Ucrania, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea acordaron el jueves ampliar en seis meses las sanciones impuestas a funcionarios rusos y separatistas respaldados por Rusia en el conflicto.
Los ministros también acordaron durante una reunión en Bruselas que, dentro de una semana, añadiría más nombres a la lista de los que ya están sujetos a la congelación de activos y prohibición de viajar.
Estados Unidos aplaudió la medida europea.
"Esto es una señal más de que las acciones de los últimos días y semanas son absolutamente inaceptables y que habrá nuevas consecuencias", dijo la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki.
La medida de la UE sigue una llamada anterior el jueves del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, para mantener conversaciones urgentes con los rebeldes para llegar a un "alto el fuego inmediato".
También buscó la retirada de las armas pesadas del frente, según lo establecido en el acuerdo de alto el fuego que las dos partes firmaron el pasado septiembre en Minsk, Bielorrusia.
Ese pacto se ha violado en repetidas ocasiones, y ambos lados se culpan mutuamente por el incumplimiento.
Poroshenko hizo la convocatoria de nuevas conversaciones tras reunirse en Kiev con los miembros del llamado "grupo de contacto trilateral", formado para facilitar una solución diplomática al conflicto en Ucrania.
Sus miembros incluyen Heidi Tagliavini, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el embajador ruso en Ucrania Mikhail Zurabov, y el ex presidente de Ucrania, Leonid Kuchma.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bielorrusia señaló que se planea llevar a cabo las conversaciones en Minsk el viernes.