La Organización Panamericana de la Salud, OPS, dijo este martes en su sesión informativa semanal sobre el COVID-19 en el hemisferio que no se está viendo una desaceleración de los contagios y que la mayor propagación es en las áreas fronterizas.
La directora de la OPS, Dra. Carissa F. Etienne, señaló que las estadísticas reflejan que aunque en algunas regiones los nuevos casos han comenzado a disminuir, en otras se disparan y esto reafirma que la pandemia sigue viva en el continente.
Como ejemplos, resaltó que en Estados Unidos los contagios y muertes han descendido en Nueva York y repuntado en la Florida y Texas, y en América Latina Brasil sigue soportando la intensidad de la pandemia.
Sin embargo, son las áreas fronterizas lo que más le preocupa, especialmente un pico en la propagación en la zona norte de Costa Rica cerca de la frontera con Nicaragua la Guyana Francesa que pasó de 140 casos a 1.326.
“Hay contagios activos en los estados del norte de Brasil que limitan con Guyana y Surinam, en la región del Amazonas donde confluyen Venezuela Brasil y Colombia, y en las fronteras entre Perú Brasil y Colombia”, dijo Etienne.
Y los datos muestran “una tendencia hacia un alto grado de propagación en las zonas fronterizas en el Caribe, donde la mayoría de las islas no han notificado aumentos considerables”.
“Nos siguen preocupando Haití y la República Dominicana. Ambos países que comparten una frontera activa continúan notificando un aumento en los casos nuevos sobre todo en Haití”, agregó.
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Etienne dijo que las zonas fronterizas alojan a poblaciones vulnerables que normalmente incluyen a grupos indígenas, comunidades que viven en zonas remotas y migrantes que viajan con frecuencia por motivos laborales familiares o en busca de buenas oportunidades.
En estas áreas, que carecen de una infraestructura de salud robusta, es donde la pandemia de COVID-19 ha acentuado esas vulnerabilidades “y el aumento de la propagación en estas zonas es motivo de preocupación grave y necesita una acción inmediata”.
La directora de la OPS exhortó a los países a trabajar para fortalecer la respuesta de salud dentro de sus territorios y de manera transfronteriza.
“La vigilancia es esencial y debe ser una prioridad”, señaló.
En Colombia, dijo, la OPS está “brindando asistencia técnica y facilitando las comunicaciones bilaterales entre Venezuela y sus países limítrofes para poder atender las necesidades de los migrantes”.
La entidad, señaló, está brindando una amplia gama de insumos como, medicinas, respiradores mecánicos y demás equipos médicos para garantizar que las comunidades locales y los migrantes que se enfermen de COVID-19 reciban atención.
“En la región de las Américas, la pandemia de la COVID-19 es un problema regional y no simplemente un problema de países”, añadió.
Etienne llamó a la “solidaridad hacia las comunidades más afectadas por el virus” y dijo que la entristece los hombres, las mujeres y los niños que se desplazan por la región por necesidad, y se topan con odio estigmatización y discriminación”.
“De jornaleros migrantes y personas que se valen de la economía informal, que luchan todos los días de su vida para sobrevivir (…) son los más vulnerables a la COVID-19 y los que tienen menos probabilidades de recibir atención”, dijo.
“Tenemos la responsabilidad no dejarlos atrás”.