Desde Rusia hasta las inmediaciones de la Casa Blanca, pasando por Cuba, hay un síndrome que no ha sido descifrado y está afectado la salud de, al menos, un centenar de diplomáticos y personal de inteligencia estadounidense. Uno de ellos es Marc Polymeropoulos, un exoficial condecorado de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, y con 26 años de carrera.
En 2017, estaba en una misión en Moscú cuando su vida cambió para siempre, le dijo a la Voz de América. “Experimenté lo que ahora llamamos ataques del Síndrome de La Habana. Me desperté en mitad de la noche, tenía un vértigo increíble, me zumbaban los oídos y comenzó un viaje médico que sigo hoy en día. Creemos que es un arma de energía dirigida”.
Los síntomas se repiten en otras personas que también han sido afectadas. Según le dijo a la VOA es una arma insidiosa porque está diseñada para incapacitar y, al no dejar rastro, es un enigma que debe ser examinado.
“El nuevo director de la CIA, Bill Burns, se ha interesado personalmente en mí y en otros. Creo que hay un cambio de mentalidad dentro de la agencia y ciertamente también en la Administración".
Me desperté en mitad de la noche, tenía un vértigo increíble, me zumbaban los oídos y comenzó un viaje médico que sigo hoy en día"
Marc Polymeropoulos, ex oficial de la CIA
A raíz del síndrome tuvo una lesión cerebral y, con 50 años de edad, tuvo que retirarse de la emblemática agencia de inteligencia. Sin embargo, no se dejó vencer, sino que, por el contrario, se convirtió en una fuente de conocimiento sustentado en las habilidades que cultivó durante tantos años.
“Mi trabajo consistía en detectar, evaluar, desarrollar, reclutar y manejar a los espías que reclutamos de otros países. Es una experiencia profundamente personal porque, en última instancia, la vida de alguien está en mis manos”, explica.
En su libro 'Clarity in Crisis' hace una radiografía del liderazgo, una habilidad que considera fundamental para el progreso de los gobiernos, empresas y organizaciones.
“Ya no se trata de ti, son valores familiares, principios, formar equipos que se cuiden unos a otros”, sostiene el ex agente.
También lea El Síndrome de La Habana sigue siendo un misterio para los investigadoresPolymeropoulos también subrayó que para liderar en tiempos de ambigüedad y crisis es necesario contar con bases solida y tener la capacidad de lidiar con la adversidad con una gran dosis de humildad que es un rasgo clave, en lugar de narcisismo y vanidad, tiene que ser lo contrario, afirmó.
Este experto en liderazgo hizo hincapié en que los lideres en cualquier ámbito deben estrechar vínculos con las personas que los rodean y alejarse del protagonismo. “Tienes que identificar a esas personas detrás de escena y darles crédito y asegurarte de que estén involucradas en la toma de decisiones, tienes que confiar en esas personas, no sólo en ti mismo".
El especialista también sostiene que el liderazgo se cultiva desde el hogar hasta en los deportes, en donde la perseverancia debe ser la única opción. “La vida se trata de enfrentar la adversidad. Debes aprenderlos desde tus derrotas para que puedas salir adelante”.
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