El gobierno estadounidense anunció el martes un nuevo paquete de medidas que giran entorno al bloqueo de quince aeronaves de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA). Según el Departamento del Tesoro, los aviones habían sido utilizados para transportar a miembros de alto rango del régimen del presidente en disputa Nicolás Maduro.
En el comunicado se señalas que “el Ministro de Petróleo venezolano Manuel Salvador Quevedo Fernández asistió a una reunión de la OPEP en los Emiratos Árabes Unidos”, a finales del verano de 2019, utilizando una aeronave de PDVSA Falcon 200EX (YV3360).
Son sanciones que se suman a otras tantas que Donald Trump ha anunciado en los últimos meses con el objetivo de ahogar financieramente al ejecutivo de Maduro.
José Antonio Molina, presidente de la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (VEPPEX), está convencido de que “siempre que (las sanciones) sean en contra del estado criminal, de sus funcionarios o colaboradores, siempre son efectivas”.
“Estas, específicamente, limitan el uso de aeronaves con siglas venezolanas que estaban siendo utilizadas por funcionarios cubanos y venezolanos”, decía Molina.
“Acciones más contundentes”
Sin embargo, advierte que, en un momento dado, la comunidad internacional, con Estados Unidos al frente, debería tomar “acciones más contundentes que permitan sacar del poder a Nicolás Maduro”.
“Se necesita una acción mucho más contundente porque las sanciones por sí solas no van a sacar a Maduro del poder”, subrayó.
En esa misma línea, la periodista María Eugenia Pardo, que lleva varios años residiendo en el sur de la Florida, considera que las medidas anunciadas por la administración estadounidense “están cercando económicamente a quienes apoyan al régimen”.
A pesar de los esfuerzos, Pardo insistió en “los vínculos” de Maduro “con elementos del terrorismo internacional, narcotráfico y todo lo que tiene que ver con el robo del oro y de los recursos naturales de Venezuela para otros fines”.
“Todo eso está fuera del control de la banca internacional porque ese es dinero que no entra dentro de los cánones regulares y no hay forma de regularlo”, sostiene al tiempo que justifica que eso no ayuda en absoluto a conseguir un gobierno inoperativo.
Hace un año, el presidente Donald Trump envió una seria advertencia a Nicolás Maduro: “Todas las opciones están sobre la mesa”.
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Pero parece que la intervención militar en Venezuela podría “tener un coste demasiado alto de cara a su campaña” y a su reelección, según la periodista.
José Antonio Colina, que formó parte del grupo de militares de la Plaza Altamira, que en 2002 exigieron públicamente la renuncia del entonces presidente Hugo Chávez, lamenta que “hay otro tipos de acciones que no se están realizando”.
“Lo correcto sería actuar contra los narcotraficantes con el uso de la fuerza, y el uso de la fuerza tiene varias vertientes que tanto Estados Unidos como sus aliados deberían explorar para sacar a Nicolás Maduro del poder”, agregó.
Colina, sin embargo, cree que una intervención en Venezuela podría sumar puntos en la campaña de Donald Trump y “sería una victoria importante”.
“No estaría demás utilizar la fuerza y así tendría un rédito político, si lo hace ahora o después (de las elecciones), para los venezolanos sería igual de importante porque significaría el fin de la dictadura de Maduro”, apuntó.
Ante ese escenario, el ex militar venezolano abogó por ejecutar esa medida tras su reelección, porque así no va a tener “ningún impedimento” para actuar.
“La lógica es pensar que si tienen pensado intervenir en Venezuela, que lo hagan después de su reelección y no ahora”, señaló.
La gira internacional de Guaidó
Mientras tanto, el presidente interino Juan Guaidó ha iniciado una gira internacional. La primera parada fue a principios de esta semana al acudir a la III Cumbre Hemisférica Contra el Terrorismo en Bogotá, con ministros de más de 20 países de la región, entre ellos Colombia y Argentina.
Tras esa primera toma de contacto fuera de territorio venezolano, Guaidó ha viajado a Europa. Ha mantenido encuentros con el primer ministro británico, Boris Johnson, y con el Alto Comisionado de la Unión Europea, Josep Borrell. Está previsto que también visite el Foro Económico de Davos (Suiza) y Madrid (España), pero se desconoce con qué intención.
Colina cree que Guaidó ha utilizado este viaje como “una estrategia” porque, según dijo, su popularidad “estaba estancada”.
“Necesitaba elevar su perfil y creo que esta gira ha servido para eso y para que aparezca al lado de sus aliados naturales”, justificaba.
Pero parece que el resultado de estas reuniones con altos mandatarios tendrá que verse a largo plazo, “con las acciones que se den en el tiempo”.
También lea UE reitera "firme apoyo" a Guaidó, pero sin anunciar nuevas medidas“Sus declaraciones no reflejan muy bien si está buscando apoyo para intervenir militarmente, si está tratando de buscar más sanciones o si está buscando la forma en que Venezuela vaya a un proceso electoral”, manifestó.
María Eugenia Pardo también cree que Guaidó “busca activar la presión internacional” para lograr unas elecciones libres y justas. Pero alerta que eso no se va a poder conseguir “sin una depuración del registro electoral, que haga accesible a cualquier venezolano, sin importar dónde esté, el derecho a voto”.
“Tenemos un Consejo Nacional Electoral cuyas autoridades tienen los períodos vencidos desde hace 4 o 5 elecciones. Esas autoridades ya no son legítimas, deben ser nombradas por la Asamblea Nacional o por el Tribunal Supremo de Justicia, ¿Pero cuál?”, se pregunta ante la convivencia de dos poderes -el de Maduro y el de Guaidó- en Venezuela.
Por el momento, parece que la única salida viable para presionar al gobierno del presidente en disputa Nicolás Maduro son las sanciones que, poco a poco, van causando efecto en el poder. ¿Pero serán suficientes para sacarlo del país? El tiempo lo dirá.