Suiza se convertido en un imán para los defensores del suicidio asistido debido a las leyes que lo legalizan. Sus propulsores presentaron la cápsula ‘Sarco’, una cámara con una apariencia futurista en la que una persona que desee terminar con su vida puede hasta escoger un lugar en el bosque o en la playa para dar su último respiro.
“Se diseñó pensando en su uso en la naturaleza, ya sea en la playa o en la oficina, en un lugar con una belleza espectacular. Por eso tiene una ventana tan grande. Así, la gente podrá ver el mundo exterior, pero el diseñador holandés también quería darle la sensación de viajar a un nuevo destino”, dijo Fionna Stewart, creadora.
Sin embargo, el uso de nitrógeno ha generado una discusión e incluso una investigación luego de que permitieran a la primera persona suicidarse en esta cápsula en septiembre. Este activista describe cómo es el proceso de la eutanasia en el sarcófago encapsulado.
“Entonces, se produce una caída abrupta del nivel de oxígeno en la cápsula. La persona en la cápsula está respirando. Por supuesto, si estás vivo, estás respirando oxígeno total. Luego sin aire, con dos bocanadas de aire de ese bajo nivel de oxígeno, todos comienzan a sentirse desorientados, descoordinados, ligeramente eufóricos antes de perder el conocimiento”, explicó Philip Nitschke, Activista pro eutanasia.
La compañía que la diseñó, ‘The Last Resort’, dijo que su equipo legal había dicho que la sarco cápsula podía implementarse. Pero el debate sigue abierto en especial para conocer si las autoridades la permitirán. Jaime Moreno, Voz de América.