Sin vendedores ambulantes, pero repleto de turistas. Así luce el puente Brooklyn, luego de que las autoridades prohibieran la venta callejera.
“Con ese negocio llevamos el pan de cada día a nuestros hijos, nos perjudica mucho”, afirmó María Chango, Vendedora ambulante.
María Chango llevaba dos años vendiendo recuerdos de Nueva York. Esta mañana llegó con carteles junto a un grupo de vendedores, una gran mayoría hispanos, para pedir una solución a la alcaldía.
“Que nos dé una reubicación o que nos deje trabajar porque hemos perdido el sitio de trabajo de todos los días, no de mi familia, de diferentes tipos de familias, como 200 familias”, pidió Daniel, Vendedor ambulante.
Turistas acostumbrados a comprar se mostraron sorprendidos.
“Vine hoy en la mañana, luego regresé a la tarde, no encontré ningún regalo, no encontré las personas vendiendo, encontré eso muy extraño”, dijo Rainol Cedeño, Turista dominicano.
El alcalde argumentó problemas de seguridad pública y de higiene y les dio a los vendedores 72 horas para desalojar.
“Es una cuestión de seguridad pública. La gente saltaba el puente hacia el carril de las bicicletas porque se toparon con un bloqueo”, comentó Eric Adams, Alcalde de New York.
En un solo día en el puente de Brooklyn pueden llegar a cruzar hasta 32 mil personas por lo que esta ordenanza, por ahora, será de manera permanente. Ángela González, Voz de América, Nueva York.