Los 93 edificios de la ONU en Gaza han triplicado su capacidad para albergar a cerca de 420.000 desplazados, que además continúan sin electricidad y con raciones limitadas de agua.
¿Según las normas internacionales cada persona debería tener 50 litros de agua para vivir con salud y dignidad, eso es beber, lavar, cocinar y todo lo demás? En este momento, se reduce a poco menos de tres litros de agua por persona. Pero eso es lo que está disponible ahora mismo en Gaza. Tenemos este tipo de necesidades y sabemos cómo responder. Simplemente necesitamos que se abra el corredor para que podamos responder”, comentó Jeremy Hopkins, Representante de UNICEF en Egipto.
Aproximadamente 125 camiones con suministros vitales aguardan en el lado egipcio para cruzar a Gaza. Un total de 54 camiones lograron entrar cargados principalmente con pescado y frijoles enlatados, harina y pasta que ya se agotaron durante el fin de semana y según el vocero del Secretario General, no han podido entrar combustible, vital para la desalinización del agua.
“Los camiones que cruzan la frontera son una pequeña ventana de esperanza. Pero no son suficientes para satisfacer las crecientes necesidades de la población dentro de Gaza. No podemos darnos el lujo de esperar. Necesitamos entregar suministros vitales de forma continua y a una escala mucho mayor”, dijo Samer Abdeljaber, Director del Programa Mundial de Alimentos en Palestina.
Aunque desde la frontera la ONU sostiene conversaciones para avanzar con la ayuda humanitaria, es un reto de seguridad que el Secretario General pueda visitar Gaza, según su vocero. 35 empleados de la ONU en Palestina ya han muerto desde que empezó el conflicto.
El Consejo de seguridad se reunirá este miércoles en torno a la situación de los palestinos.