Se recrudecen los combates en Siria

Varios rebeldes del Ejército Sirio Libre durante un bombardeo aéreo en Tel Rafat, al norte de Alepo, el pasado 9 de agosto.

Tras varios días de cruentos enfrentamientos armados, la ciudad norteña de Alepo sigue siendo escenario de una sangrienta resistencia de los rebeldes frente a las tropas gubernamentales.
El derramamiento de sangre continúa en Siria. Este lunes 13 de agosto murieron 87 personas en combate, de las cuales 49 eran civiles, según un balance provisional difundido por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Sólo un día antes, el domingo 12 de agosto, el recuento ascendió a 146 fallecidos, de los cuales 71 eran civiles, 27 rebeldes y 48 soldados de las tropas gubernamentales.

Los combates entre los partidarios de Bashar al-Assad y los opositores al régimen parecen haberse recrudecido en la ciudad norteña de Alepo, centro comercial del país, donde los reportes sobre el avance de uno u otro bando son contradictorias.

Este lunes los rebeldes afirmaron haber derribado un cazabombardero gubernamental, pero el ejército logró acceder a otro barrio insurgente en Alepo, donde se siguieron librando combates.

La aeronave derribada según los rebeldes es un MIG 23, que fue alcanzado, según un portavoz del Ejército Sirio Libre (ESL), Kasem Sadedin, por “proyectiles de 14,5 milímetros de una ametralladora antiaérea”.

Los opositores también atacaron este lunes un centro de inteligencia del Ejército del Aire y un cuartel de artillería en el oeste de la ciudad, en concreto en el barrio de Jamiyat al Zahra; y mataron, según el ESL, a 65 miembros de las fuerzas de seguridad, soldados y sicarios leales al régimen en un puesto de control cercano a la ciudad de Tafas, en la provincia de Deraa.

Las fuerzas gubernamentales, por su parte, entraron este lunes con tanques, según el OSDH, al barrio de Seif al Dawla, en el oeste de la ciudad.

Asimismo, y por primera vez, el ejército sirio llevó a cabo una serie de allanamientos y detenciones en el casco antiguo de Damasco; y bombardearon los barrios de Asali, Nahar, Aisha y Qadan también en la capital, de madrugada.

La violencia se extiende también a otras zonas del país, como Palmira (en el centro de Siria), Harasta (al noreste de la capital), Deir Ezor (este) y Homs (oeste), donde, según el Consejo Nacional Sirio, una decena de jóvenes fueron ejecutados por soldados y milicianos.

Mientras tanto, miles de ciudadanos siguen huyendo a Turquía, donde más de 4.000 sirios se han refugiado en los últimos tres días. La cifra total asciende a 59.710, según revelaron este lunes las autoridades turcas.