El multimillonario hombre de negocios Donald Trump estará literalmente en el centro del segundo debate republicano que se realiza este miércoles, en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, cerca de Los Ángeles.
Con la gran ventaja que ha tomado el bullicioso Trump en las encuestas, se espera que la mayor parte de sus rivales lo enfrenten agresivamente durante el evento televisado a nivel nacional para tratar de escalar posiciones y meterse en la pelea.
Si por el contrario, el debate cambia de tono –de lo llamativo a lo sustantivo—y se centra en la geopolítica y el liderazgo mundial, como han prometido los moderadores, el evento podría convertirse en un examen crucial para Trump y su más cercano perseguidor, el neurocirujano retirado, Ben Carson, que son los candidatos sin experiencia política.
Además de Trump y Carson, en el escenario estarán Jeb Bush, muy venido a menos; los senadores Marco Rubio, Rand Paul y Ted Cruz; los gobernadores Scott Walker, Chris Christie y John Kasich; el exgobernador Mike Huckabee y la ex jefa ejecutiva de Hewlett-Packard, Carly Fiorina.
Otros cuatro candidatos que prácticamente no aparecen en las encuestas –el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, el senador Lindsay Graham, el exsenador Rick Santorum y el exgobernador George Pataki—participarán en un debate separado antes del evento principal.
El debate principal estará moderado por el presentador de radio Hugh Hewitt, que ya puso en evidencia a Trump durante una dura entrevista sobre seguridad y asuntos internacionales, y por el presentador Jake Trapper y la Jefa de Corresponsales Políticos, Dana Bash, ambos de la cadena CNN que es la que patrocina y transmite el evento.