La seguridad nacional verde

"Riverine Command" forma parte de una serie de experimentos y esfuerzos de la Marina para reducir la dependencia de la flota en los combustibles fósiles.

La Marina de EE.UU. está trabajando en sus iniciativas ecológicas en busca de mejorar la seguridad nacional, procurando un mejor manejo del agua, de la tierra y de los combustibles biológicos.

La Marina de Estados Unidos tiene claro que las prácticas ecológicas están directamente relacionadas con la seguridad nacional. “La meta es que para 2020, el 50% de la energía de la Marina, en la tierra y en el agua, venga de fuentes alternativas y combustibles alternativos, biológicos”, dijo Tom Hicks, el secretario adjunto de Energía de la Marina.

“A nivel macro, cuando nosotros nos involucramos con países conflictivos como Afganistán y pensamos que el 50% de la energía que utilizamos viene del petróleo, le estamos permitiendo a esos países opinar sobre nuestra flotilla, nuestros portaaviones y nuestras plataformas de armas”, explicó Hicks a voanoticias.com

“Entonces, cuando hablamos de seguridad de energía, significa que ser capaces de usar más energía independiente, local y segura, es parte de nuestros intereses a largo plazo”, dijo el experto, citando las metas planteadas por Ray Mabus, secretario para el medio ambiente de la Marina de Estados Unidos.

Una de estas cinco metas, a cumplir en 2012, es la Gran Flota Verde. Para muchos, los proyectos ecológicos que se planteó la marina eran demasiado optimistas, pues prometen por ejemplo, que para 2012 la Gran Flota Verde (Great Green Fleet) estaría navegando en su totalidad con combustibles alternativos.

En realidad, la Gran Flota Verde es una “operación local, más que nada una demostración” explicó Hicks. “En 2016 implementaremos la Gran Flota Verde. Lo que estamos haciendo ahora son pruebas y consiguiendo certificados de todas las plataformas de servicio y de aviación para asegurarnos de que el combustible que estamos utilizando es una mezcla ‘50-50’, 50% de combustibles biológicos y 50% de combustible regular. Además, estamos confirmando que el desenvolvimiento de nuestros motores es tan alto como esperamos”, dijo el especialista a voanoticias.com

Como parte de esta iniciativa ecológica de la Marina estadounidense se han hecho experimentos donde un avión Hornet F-18, una embarcación de combate, el “Riverine Command Boat” y un helicóptero, el 60SA, operan utilizando combustibles biológicos como el que se extrae de las algas, de la semilla de mostaza, o de los residuos de la caña de azúcar.

“El plan está organizado para probar cada uno de los motores más importantes que nosotros utilizamos en el aire y en el agua, antes del 2012. Queremos estar seguros de que todas las plataformas son compatibles con el combustible biológico y a su vez no tenemos ninguna decaída en el rendimiento”, explica Hicks.

Sin embargo, la utilización de estos combustibles biológicos tiene a algunos grupos ambientalistas nerviosos. Hace un par de años la utilización del maíz y la producción de etanol marcó nuevas pautas para determinar cuándo un combustible alternativo es más eficiente que las fuentes del petróleo comúnmente utilizadas.

Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de Virginia refleja que la utilización de algas podría requerir más energía para su producción que otros combustibles biológicos como el mismo maíz o la canola. Andrés Clarens, uno de los ingenieros ambientales del estudio, dijo a la publicación Scientific American que “usted puede cultivar maíz y rotarlo con soya para conseguir el nitrógeno”, este proceso funciona como fertilizador, pero para el cultivo del alga “todos los fertilizantes tienen que venir de uno”, y por lo general estos fertilizadores vienen de derivados del petróleo.

El secretario de Energía Adjunto explicó que debido al Tratado de Independencia y Seguridad de Energía de 2007, “por ley, cualquier combustible que compremos en cantidades para operación tiene que tener igual o menor producción de gases contaminantes que el petróleo o el combustible al que esté remplazando”.

El otro reto que tiene la Marina, además de los requerimientos legislativos y de seguridad nacional, es buscar combustibles alternativos que puedan ofrecer las grandes cantidades requeridas. “En las naves aéreas, estamos probando primordialmente Kamelina, que es un derivado de la planta de mostaza que puede crecer en los 50 estados del país. Además, puede ser sembrada en rotación con otras semillas”, dice Hicks.

El especialista confirmó a voanoticias.com que “todos los portaaviones y submarinos son operados con energía nuclear”. Sin embargo, prefirió no responder a la pregunta de cómo se está procediendo con los residuos radiactivos de este funcionamiento.

Queda por ver cuáles son las conclusiones de la Gran Flota Verde en 2012, y cuándo se pueden implementar en toda la Marina estadounidense.

Estos tres temas reclaman una clara atención, tanto en organizaciones tan grandes como la Marina, hasta en otras individuales, como quien está leyendo esta historia. El uso de la tierra, el uso del agua y la seguridad de los alimentos. Mejorar el planeta puede también ofrecer independencia energética y con ello seguridad.

Lea la próxima semana el reportaje sobre prácticas verdes en la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba.