La votación se realizó en la mañana de este martes 1 de enero y tuvo el apoyo de 89 de senadores y la oposición de solo 8.
El Senado aprobó abrumadoramente un acuerdo bipartidista que eleva los impuestos de manera radical a los que ganan más de $450.000 dólares anuales.
Sin embargo, protege a más de 100 millones de hogares estadounidenses que ganan menos de $250.000 dólares anuales, con los cual se evitan los principales efectos de la caída en el "abismo fiscal".
La votación se realizó en una inusual sesión del Senado, a las 2:00 a.m. de este martes 1 de enero y tuvo el apoyo de 89 de senadores y la oposición de solo 8.
El acuerdo fue alcanzado con los esfuerzos del vicepresidente Joe Biden y el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que fueron quienes negociaron cara a cara.
La resolución pasa ahora a la Cámara de Representantes, donde si bien nada está garantizado, los funcionarios piensan que sería aprobada en los próximos días.
De no haber alcanzado este acuerdo, los impuestos habrían subido indiscriminadamente para todos los estadounidenses a partir del 1 de enero.
Los republicanos finalmente aceptaron diferir los recortes en el presupuesto durante dos meses, los cuales serían pagados con los ingresos de los nuevos impuestos a los más adinerados, algo a lo que se habían resistido.
La Casa Blanca también cedió en sus exigencias sobre los impuestos prediales que ahora no se aplicarán a las propiedades de hasta $15 millones de dólares.
El acuerdo fue conseguido apenas tres horas antes de la medianoche del 31 de diciembre.
Sin embargo, protege a más de 100 millones de hogares estadounidenses que ganan menos de $250.000 dólares anuales, con los cual se evitan los principales efectos de la caída en el "abismo fiscal".
La votación se realizó en una inusual sesión del Senado, a las 2:00 a.m. de este martes 1 de enero y tuvo el apoyo de 89 de senadores y la oposición de solo 8.
El acuerdo fue alcanzado con los esfuerzos del vicepresidente Joe Biden y el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que fueron quienes negociaron cara a cara.
La resolución pasa ahora a la Cámara de Representantes, donde si bien nada está garantizado, los funcionarios piensan que sería aprobada en los próximos días.
De no haber alcanzado este acuerdo, los impuestos habrían subido indiscriminadamente para todos los estadounidenses a partir del 1 de enero.
Los republicanos finalmente aceptaron diferir los recortes en el presupuesto durante dos meses, los cuales serían pagados con los ingresos de los nuevos impuestos a los más adinerados, algo a lo que se habían resistido.
La Casa Blanca también cedió en sus exigencias sobre los impuestos prediales que ahora no se aplicarán a las propiedades de hasta $15 millones de dólares.
El acuerdo fue conseguido apenas tres horas antes de la medianoche del 31 de diciembre.