El Senado de los Estados Unidos, liderado por los demócratas, desestimó el miércoles ambas acusaciones de juicio político contra el principal funcionario fronterizo del presidente Joe Biden, poniendo fin rápidamente a un esfuerzo que los republicanos de la Cámara de Representantes iniciaron hace meses.
En una serie de votaciones partidistas, el Senado desestimó las acusaciones que señalaban al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, de no hacer cumplir las leyes fronterizas de Estados Unidos y de mentir al Congreso.
Mayorkas había rechazado ambas acusaciones.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, ya había dicho que buscaría desestimar el juicio argumentando que los cargos presentados por los legisladores republicanos “no cumplen con los estándares de delitos y faltas graves” y esto podría sentar un precedente peligroso.
"Por el bien de la integridad del Senado y para proteger el juicio político para los raros casos en que realmente lo necesitamos, los senadores deberían desestimar las acusaciones de hoy”, dijo Schumer, demócrata por Nueva York, al abrir la sesión del Senado.
También lea ¿"Puertas" para entregarse en la frontera? La Patrulla Fronteriza de EEUU aclara mitos entre migrantesEn febrero, la Cámara de Representantes aprobó por estrecha mayoría someter a Mayorkas a un juicio político por su manejo de la situación en la frontera con México, argumentando en los dos artículos que el funcionario “intencional y sistemáticamente” se negó a implementar las leyes migratorias. Los responsables de la Cámara de Representantes presentaron los cargos ante el Senado el martes, de pie en la tribuna del Senado y leyéndolos en voz alta ante una audiencia cautiva de senadores.
En la mañana los senadores han prestado juramento, convirtiendo así a la cámara alta en un tribunal de destitución, presidido por la senadora demócrata Patty Murray. Murray es la presidenta provisional del Senado, o el miembro de más edad del partido mayoritario que sustituye al vicepresidente. Los senadores se acercaron al frente del Senado en grupos de cuatro para firmar un libro de juramento que se guarda en los Archivos Nacionales.
Una desestimación total de la acusación, sin posibilidad de argumentar el caso, sería una derrota embarazosa para los republicanos y para el asediado presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, que hizo de la destitución una prioridad. Y es probable que tenga resonancia política tanto para los republicanos como para los demócratas en un año de elecciones presidenciales en el que la seguridad fronteriza ha sido uno de los temas principales.
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Los republicanos argumentan que el presidente Joe Biden ha sido débil en la frontera, ya que las detenciones por cruces ilegales se dispararon a más de 2 millones de personas durante los dos últimos años de su mandato, aunque han disminuido desde un récord de 250.000 en diciembre, debido a la intensificación de la aplicación de la ley en México. Los demócratas afirman que, en lugar de someter a un juicio político a Mayorkas, los republicanos deberían haber aceptado un compromiso bipartidista del Senado destinado a reducir el número de inmigrantes que entran ilegalmente en Estados Unidos.
Cuando firmó los artículos de juicio político el lunes antes de enviarlos a través del Capitolio, Johnson dijo que Schumer debe convocar un juicio “para que quienes orquestaron esta crisis rindan cuentas”.
Schumer “es el único impedimento para que el pueblo estadounidense vea que hay una rendición de cuentas”, aseguró Johnson. “De acuerdo con lo establecido en la Constitución, la Cámara de Representantes exige un juicio”.
[Con información de AP y Reuters]
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