Senado interpela a Panetta

El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey, y el secretario de Defensa, Leon Panetta.

Legisladores se muestran escépticos con los recortes al presupuesto militar anunciados por el presidente Barack Obama.

El secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, fue interpelado este martes en el Senado en Washington sobre los recortes al presupuesto militar, un día después de que el presidente Barack Obama presentó al Congreso su plan de gastos federales para el 2013.

Panetta, que compareció ante el Comité de Servicios Armados del Senado en compañía del jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey, defendió las propuestas de Obama pero fue cuestionado por varios legisladores.

Los senadores pusieron en tela de juicio desde la decisión de reducir en 100.000 el número de soldados hasta el plan de estudiar el cierre de más bases militares. “Creo que este presupuesto representa un inaceptable riesgo a nuestra seguridad nacional”, dijo el senador independiente Joe Lieberman.

El republicano de mayor rango en el Comité, el senador John McCain, indicó que el presupuesto de defensa de Obama pone “consideraciones políticas de corto plazo por encima de intereses de seguridad nacional de largo plazo”, y dijo estar preocupado por los recortes del personal militar, aviones y navíos.

Por su parte, el senador demócrata Carl Levin, que preside el Comité, rechazó la idea de nuevos cierres de bases militares sólo seis años después de que el gobierno accedió a cerrar 22 de estas instalaciones, una decisión que además ha sido controvertida porque no consiguió muchos de los ahorros que se esperaban.

Panetta dijo a los legisladores que el presupuesto planeado establece un efectivo balance de objetivos estratégicos con el ahorro de unos $487.000 millones de dólares a 10 años vista, según lo acordado en agosto pasado por Obama y el Congreso.

El plan de gastos del Pentágono se limita a un presupuesto de $525.400 millones de dólares que es 1 por ciento menos que el aprobado para el 2012, y también destina menos (23 por ciento) para operaciones de combate en el extranjero, en total $88.500 millones de dólares, una reducción mayormente debida a la retirada de Irak.

A muchos legisladores les alarma que se produzca una segunda ronda de recortes en el Pentágono en virtud de la ley sobre control de presupuesto, según la cual el Departamento de Defensa perdería otros $600.000 millones de dólares en una década a menos que el Congreso llegue a un compromiso para reducir más el gasto federal, en $1,2 billones de dólares.

Tanto Panetta como el general Dempsey han dicho estar de acuerdo en que nuevos recortes en el presupuesto militar serían devastadores para las fuerzas armadas de EE.UU.