Señor de los Milagros: fe y tradición que se trasladan del Perú a las calles de Washington

La Hermandad del Señor de los Milagros de Washington DC saca en hombros, como todos los años, al Cristo Moreno para que recorra las calles de la capital de Estados Unidos en una ya tradicional procesión. [Foto: Mitzi Macias/VOA].

Así se vive la devoción al Señor de los Milagros, una de las tradiciones católicas más emblemáticas de los peruanos en la capital de EEUU.

Durante el mes de octubre los peruanos celebran una tradición religiosa en honor al Señor de los Milagros, una representación de Cristo que se remonta al siglo XVII y que debido al fervor de los creyentes católicos ha traspasado las fronteras del país sudamericano.

Todos los años en este mes, las calles de Washington DC y de estados como Virginia, Maryland, Nueva York, Nueva Jersey, California, Florida, Pensilvania y cualquier otro territorio donde se congregue una considerable comunidad peruana se celebra la tradicional misa y procesión del Señor de los Milagros.

"Me siento muy entusiasmado por esta celebración y por esta devoción que transmiten a las nuevas generaciones y que están propagando a otros hermanos latinoamericanos. Me da mucho gusto ver a tantos jóvenes y niños participando de esta fiesta por el Señor de los Milagros", expresó monseñor Evelio Menjívar-Ayala, durante la celebración en la capital estadounidense organizada por la Hermandad del Señor de los Milagros de Washington, el domingo 27 de octubre.

Monseñor Evelio Menjívar-Ayala dirigiéndose a la comunidad peruana en el Santuario del Sagrado Corazón en Washington, DC., el domingo 27 de octubre.

La Voz de América salió al encuentro de los feligreses que compartieron su fe y devoción aún estando lejos de su natal Perú.

"Soy peruana y desde hace 22 años acompaño al Señor en procesión. Mi mamá siempre me llevaba, pero ahora que ya no la tengo conmigo, a mi lado, me identifico más porque me recuerda a ella, recuerdo mis costumbres... Y ahora vengo a pedirle al Señor de los Milagros que cuide de mi familia, de mis hijos, de mis nietos", cuenta Julia visiblemente emocionada mientras se escuchan los acordes de la banda de música que marca el inicio de la procesión.

Julia participa de la procesión del Señor de los Milagros desde hace 22 años como sahumadora, que son las mujeres a cargo de quemar el tradicional incienso durante el recorrido de la imagen.

El olor a incienso estaba impregnado en el ambiente de las calles de la capital de Estados Unidos y el color morado se veía por doquier.

El morado no sólo estaba presente en la decoración de flores y globos, sino también es el color del hábito que usan los miembros de la hermandad y las personas devotas al Señor de los Milagros como símbolo de fe y devoción. "Yo acompaño al Señor desde hace 60 años. Está en mi corazón, él me da la vida y la luz para ver", dice Cecilia, otra feligresa.

Una de las tradiciones es ofrecerle al Señor de los Milagros tradicionales bailes típicos durante el recorrido procesional. Pareja de baile de Marinera durante la procesión en Triangle, Virginia.

"Llevamos este hábito morado con fe. Y nosotros como migrantes trasladamos nuestra fe, pero no solo entre los peruanos sino también entre nuestros hermanos latinoamericanos. Tenemos hermanos de El Salvador, de Chile y nos convertimos en embajadores de nuestra tradición y nuestra cultura", expresó la mayordoma de la hermandad del Señor de los Milagros de Washington, DC, Diana Cabanillas.

De igual manera, el cónsul general del Perú, Javier Prado, agradeció a los peruanos en Estados Unidos por compartir tan importante celebración uno de los "símbolos más profundos de la fe de la comunidad peruana" como es el Señor de los Milagros, convirtiéndose en "una de las manifestaciones religiosas más grandes del Perú en el mundo".

Este año por primera vez la Hermandad del Señor de los Milagros de Washgington inició la procesión sacando una imagen pequeña cargada solo por niños devotos que han heredado la tradición de sus padres.

¿Qué dice la historia?

El punto de partida de devoción de esta imagen se remonta al siglo XVII en Lima, Perú. Según registros históricos un esclavo de Angola pintó una imagen de Jesucristo crucificado en un templo improvisado del barrio de Pachacamilla, en Lima.

Pero la imagen no es como hoy en día está. Sólo pintó a Jesucristo en la cruz y posteriormente se fue añadiendo a la Virgen María, María Magdalena y al Espíritu Santo. En 1655, un terremoto destruyó el templo, pero lo único que quedó intacto fue la pared donde estaba pintada la imagen. Los fieles del Cristo también llamado Cristo Moreno o Cristo de Pachacamilla levantaron un nuevo templo en 1671.

Procesión del Señor de los Milagros en la parroquia San Francisco de Asís en Triangle, Virginia celebrada el 20 de octubre de 2024.

Posteriormente, los creyentes salieron a marchar con una copia del mural, dando inicio a una gran tradición.

Tras un segundo gran terremoto se construyó el Santuario de las Nazarenas donde se encuentra actualmente la pintura original y desde donde todos los años se celebra la tradicional y multitudinaria misa y procesión que recorre las calles de Lima durante todo octubre.

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