Más de una centena de simpatizantes sandinistas lograron ingresar el lunes por la noche a la Catedral de Managua, pese a la presencia policial en el lugar e intimidaron a madres y otros familiares de presos políticos que permanecian en el templo en una segunda huelga de hambre indefinida por la liberación de los más de 150 reos políticos.
Monseñor Carlos Avilés Vicario general de la arquidiócesis de Managua dijo a la Voz de América que la iglesia y sus integrantes se sienten vulnerables ante el gobierno Sandinista.
“La iglesia refleja lo que es la sociedad civil, si la sociedad civil hoy está vulnerada en sus derechos legitimos como ciudadanos igualmente la iglesia, nos sentimos vulnerables y vulnerados y no tenemos nada que hacer, no tenemos fuerzas, ni más que decir, solo denunciarlos como una violación más, una violación a la libertad religiosa”.
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Para la narradora y teóloga nicaragüense Michelle Najlis estos actos deben enmarcarse dentro de la violencia y represión generalizadaque vive el país.
“Todo esto va inmerso dentro de una violencia generalizada, que ha significado más de 300 muertos, heridos, torturados, juicios que son una ofensa a la dignidad de la jurisprudencia, el ataque a los sacerdotes es parte de esta violencia”.
También lea Periodistas denuncian "ataques" a la libertad de prensa en NicaraguaLos simpatizantes sandinistas que ingresaron al templo sin ser detenidos por la policía dijeron que pertenecen a comunidades católicas de Nicaragua que buscan, supuestamente, recuperar la Catedral de Managua para dijeron: “Convertirlo en un templo de oración y no en un lugar para actos vandálicos”.
Medios oficiales además reiteraron que los sacerdotes intentan convertir las Iglesias en lugares para almacenar armas y artefactos de uso terrorista, versión que sostiene el gobierno de Daniel Ortega desde abril de 2018.
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