Investigación sobre ataque químico en Siria en punto muerto

Policías sirios patrullan una calle de Duma, Siria, el 16 de abril.

La investigación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en Siria seguía el jueves en punto muerto, ya que sus expertos no pudieron acceder a la zona por motivos de seguridad después de que una misión de reconocimiento fuera blanco de disparos.

El ataque con "gases tóxicos", que causó al menos 40 muertos en Duma el 7 de abril según los equipos de emergencia, desató una serie de ataques de Washington, París y Londres contra instalaciones del poder sirio y tensó las relaciones diplomáticas.

El departamento de la ONU encargado de la seguridad (UNDSS) dijo esperar obtener "cuanto antes" las condiciones necesarias para el despliegue del equipo de la OPAQ, según un informe enviado al Consejo de Seguridad obtenido por la AFP el miércoles.

"El UNDSS en Damasco ha entablado nuevas conversaciones y coordinaciones con los representantes" del régimen sirio y "la policía militar rusa sobre cómo mejorar y reforzar las medidas de seguridad en determinados sitios en Duma", indica el documento.

El régimen de Bashar Al Asad, acusado por los equipos de rescate y los países occidentales, desmiente cualquier implicación. Pero la investigación que permitiría verificar si se trató de un ataque químico no progresa.

A pedido del régimen de Asad, un equipo de la OPAQ llegó a Damasco el sábado. Sin embargo, por el momento, no ha podido abandonar la capital siria.

El martes, un equipo de seguridad de la ONU que se había desplazado a Duma en una misión de reconocimiento para preparar el despliegue de los expertos de la OPAQ recibió disparos. "El equipo volvió a Damasco", dijo el director de la OPAQ Ahmet Uzumcu en un comunicado.

"De momento, no sabemos cuándo podrá desplegarse [la misión de investigación] en Duma", añadió, advirtiendo que "por supuesto, solo me plantearía ese despliegue [...] si nuestro equipo puede contar con un acceso sin trabas a los sitios".

Los occidentales, que trabajaban en un proyecto de resolución sobre Siria en la ONU, manifiestan sus dudas, afirmando que las posibilidades de encontrar pruebas en Duma disminuyen cada día.